En Palestina, y en menor media en Siria, la población sigue sufriendo la violencia de los bombardeos y los ataques. “Durante dos días la escuela en Nazaret estuvo bajo un fuerte bombardeo. Los niños y niñas no pudieron acudir a clase», alertan los misioneros. Los refugiados están de nuevo amenazados. En la región hay miles de personas refugiadas, sobre todo de Siria e Irak. Y las dificultades han aumentado para ellas debido a la escalada de violencia en la región.
La población de Líbano, sobretodo, vive en estado de pánico por el presente, y de incertidumbre por el futuro. Los ataques, hace unos días focalizados en el sur, se extienden incluso hasta la capital, y los continuos bombardeos aumentan el número de fallecidos, heridos y de población desplazada. Los misioneros salesianos siguen adaptando sus instalaciones en El Houssoun para acoger a personas desplazadas y ofrecerles un espacio seguro con atención específica para los menores, pero son conscientes de que las necesidades irán en aumento en los próximos días. Parte de la población refugiada siria, que en su día huyó de la guerra en su país, está regresando a Siria, con la paradoja de huir del conflicto en el país de acogida a la guerra que aún existe en el suyo.
Líbano tiene una población de seis millones de habitantes y alberga a alrededor de 1,5 millones de refugiados sirios. Es el país del mundo con mayor número de personas refugiadas por kilómetro cuadrado. En el último año, desde que estalló el conflicto en Gaza, el país ha vivido una guerra latente, pero los ataques que Israel está llevando a cabo en los últimos días han dejado más población desplazada que en la guerra de 2006.
Los bombardeos se han extendido por el país obligando al cierre de escuelas, de hospitales y dañando infraestructuras eléctricas y de suministro de agua. La cifra de muertos y heridos continúa aumentando y más de un millón de personas viven desplazadas de sus hogares. “La mayoría ha huido sin nada y ocupan edificios públicos o deambulan por las calles buscando comida”, explica un misionero salesiano desde Beirut.
“Apenas hay luz una o dos horas al día, y nos preocupa la llegada de las lluvias y el invierno”, continúa. La obra salesiana de El Houssoun ha vuelto a convertirse en un refugio seguro para la población. Durante la guerra civil en el país (1975-1990), mientras la escuela salesiana de Beirut cerraba definitivamente por las circunstancias, la casa de El Houssoun fue ocupada y convertida en cuartel, pero también se convirtió, durante años, en refugio seguro para cientos de desplazados cristianos. Asimismo, durante la primera guerra entre Israel e Hizbulá, en 2016, albergó temporalmente a un centenar de desplazados, musulmanes y cristianos, de las aldeas del sur.
“Llegan sin nada y tratamos de ofrecerles lo indispensable para vivir: un lugar para dormir, ropa de abrigo, comida, un espacio seguro para estar, atención a los menores… Será muy importante la atención psicológica a los más pequeños que han visto interrumpida su educación. Han llegado más de 9.000 personas desplazadas a la localidad, y en la casa salesiana acogemos ya a más de un centenar, de los que más de la mitad son menores, pero en total atendemos a más de 4.000 personas en nuestras obras”, asegura el salesiano.
Por otro lado, más de 180.000 personas han abandonado Líbano en los últimos días. Al menos 125.000 son refugiadas de Siria que han decidido regresar a su país de origen, a pesar de que sigue en guerra. Muchas de ellas llevaban más de 10 años en Líbano y nunca pensaron de tendrían que volver a huir debido a la guerra. El resto de personas que ha abandonado el país son libaneses que también se han convertido en refugiados en Siria. “Ahora mismo las fronteras con Siria están abiertas, por lo que también resulta difícil conocer con exactitud las personas que abandonan el país”, explican los misioneros salesianos.
La escalada de violencia, la situación de la población en Gaza y en Líbano y el retorno de los refugiados sirios a su país están llevando a los misioneros salesianos a establecer un plan para acoger, atender y ofrecer oportunidades de vida a las personas que llegan a las obras salesianas y a las familias cercanas que necesitan ayuda, con especial atención a los menores para que tengan espacios de ocio seguros y puedan seguir recibiendo educación.
Para ello, “Misiones Salesianas” la Procura Misionera salesiana de Madrid, ha puesto en marcha la campaña “Emergencia Oriente Medio” para enviar ayuda económica a los Salesianos en la zona para atender a la población que trata de sobrevivir en medio de la violencia de un conflicto que parece que, por desgracia, se alargará en el tiempo.
Fuente: Misiones Salesianas
