Posteriormente, Monseñor Neil McNeil, quien se convirtió en Arzobispo de Toronto, repitió la petición de traer a los salesianos a la arquidiócesis, y finalmente, en 1924, Don Felipe Rinaldi, tercero sucesor de Don Bosco al frente de la Congregación, aceptó la invitación, acordando que los salesianos se encargaran de una parroquia destinada a la población italiana inmigrante en el país.
Esa parroquia era la de Santa Inés, ubicada en el barrio “Trinity Bellwoods” en Toronto. Había sido fundada en 1914 y hasta entonces había tenido pastores diocesanos. Era una parroquia grande, que en 1923 contabilizó cien bautismos, pero era pobre.
En septiembre de 1924, el Padre Emmanuel Manassero, entonces Superior de la Inspectoría “San Felipe” de los Estados Unidos Este (SUE), con sede en New Rochelle, asignó a esta primera presencia canadiense al Padre Pietro Truffa, al Padre Giacomo Mellica y al salesiano coadjutor Giovanni Chiabai. El Padre Truffa había sido Director en New Rochelle antes de ser enviado a Santa Inés, mientras que el Padre Mellica había llegado a la Inspectoría desde Chieri, en Italia, y el Hermano Chiabai dejó su anterior puesto en Goshen, Estados Unidos.
El Padre Truffa sería párroco de la presencia salesiana en Santa Inés por más de diez años; el Hermano Chiabai parece haber permanecido en Toronto solo un año; mientras que el Padre Carlo Simona reemplazó al Padre Mellica en 1926. Además, en 1927 llegó el Padre Alfonso Volonté, quien permaneció en Santa Inés hasta 1934.
Desde el principio, y en los años siguientes, los Hijos de Don Bosco “aprovecharon cada oportunidad para convertir la parroquia en un centro típicamente salesiano: música, teatro, espectáculos, comida italiana, fiestas, etc.”. La parroquia patrocinó una ventana en la nueva capilla del “Don Bosco College” de Newton, Nueva Jersey. En esos diez años, dos jóvenes de la parroquia exploraron la vocación salesiana y pasaron por un período de formación salesiana.
Según las crónicas canadienses de esos años, la labor pastoral de los salesianos en Santa Inés fue muy valorada.
En 1933, el Padre Ambrogio Rossi llegó de Italia como nuevo Superior de SUE, con el mandato del entonces Rector Mayor, el Padre Pietro Ricaldone, de consolidar las obras de la Inspectoría, retirándose en particular de las parroquias. Así, en 1934, los Salesianos dejaron la atención pastoral de Santa Inés y de algunas parroquias en los Estados Unidos.
Sin embargo, ya se había puesto el primer pie en el país, y en los años siguientes la presencia salesiana en Canadá resurgiría y crecería, siempre con el fin de ofrecer a los jóvenes educación y evangelización, al estilo de Don Bosco.
Padre Dominic Tran, SDB
Inspector SUE
Este artículo se basa en un escrito por el Padre Romeo Trottier, SDB, que cita una conferencia en italiano de Luigi Pautasso titulada “I Salesiani a Toronto - 1924-1934” en el IX Simposio Anual de los Canadienses Italianos, Departamento de Estudios Italianos, de la Universidad de Toronto, el 14 de mayo de 1992, y varias referencias de “Histoire des débuts de l’œuvre salésienne au Canada”, “Annuari Salesiani 1923-1935” y de los registros de personal de la Inspectoría.
Fuente: Inspectoría SUE