Después de la Santa Misa, la primera sesión del Sínodo de los Jóvenes Salesianos comenzó con una asamblea en el anfiteatro recién construido, llamado acertadamente "El Campo de los Sueños". El Padre Joebeth Lorbeth, coordinador principal, introdujo el tema: "Los elementos de los sueños" con una reflexión sobre la importancia de los sueños, centrándose en el sueño profético de Don Bosco a la edad de nueve años. Explicó que los sueños a menudo revelan el propósito de nuestras vidas y subrayó que el sueño de Don Bosco fue una revelación divina que dio forma a su misión. El Padre Joebeth habló de los elementos clave del sueño, incluida la presencia de los jóvenes, la importancia de la bondad y la guía de la Virgen María. Animó a los jóvenes a reflexionar sobre sus sueños, preguntándoles si Dios es el autor de sus aspiraciones.
A continuación, comenzó la bendición del "Campo de los Sueños". La ceremonia tuvo un tema mariano con lecturas e himnos, incluyendo la lectura del sueño de Don Bosco a la edad de nueve años. El Cardenal Ángel, junto con representantes de las ramas religiosas de Don Bosco, bendijo el nuevo anfiteatro. El Padre Thatty, rector del Colle Don Bosco, contó la historia del espacio. Umberto Musso, alcalde de Castelnuovo Don Bosco, expresó su asombro por el impacto global de Don Bosco. El Cardenal Ángel concluyó la ceremonia, animando a los jóvenes a perseguir sus sueños y resaltando cómo Dios puede llevar a la grandeza desde comienzos humildes.
Tras la reflexión matutina, los participantes entablaron debates en pequeños grupos, en los que compartieron sus ideas sobre lo que les inspira a reconocer y perseguir sus sueños. Estas conversaciones íntimas permitieron a los jóvenes conectar profundamente entre sí, intercambiando historias de personas, acontecimientos y experiencias que han marcado sus vidas.
La tarde siguió con la interesante actividad "Mercaderes de sueños". Cada grupo tenía la tarea de seleccionar un elemento del sueño de Don Bosco que les pareciera especialmente estimulante para los jóvenes de hoy. Utilizando sus teléfonos móviles, crearon vídeos cortos dramatizando estos elementos, ya fuera a través de monólogos, diálogos, historias o escenas dramatizadas. La esperanza es que estos videos sirvan como valiosas herramientas para los participantes una vez que regresen a casa, ayudándoles a animar el Movimiento Juvenil Salesiano en sus contextos locales.
Por la tarde, los participantes en el Sínodo se reunieron en una sesión plenaria en la que se presentaron las normas del proceso sinodal. Los representantes de cada grupo lingüístico presentaron resúmenes de la primera parte del documento de trabajo, debatido el lunes. Este documento se centraba en los sueños de los jóvenes, explorando su importancia y cómo hacerlos realidad. Se invitó a los delegados a formular preguntas aclaratorias o a proponer cambios, garantizando así un proceso colaborativo e integrador.
Durante este tiempo, los Salesianos de Don Bosco (SDB) y las Hijas de María Auxiliadora (FMA) se reunieron por separado para identificar diez puntos clave para su documento de trabajo. Estos puntos formarán el Decálogo Salesiano, una propuesta concreta sobre cómo los Salesianos pueden acompañar eficazmente a los jóvenes en la realización de sus sueños.
La velada dio al Sínodo un toque de magia con el espectáculo "Magia de Don Bosco", a cargo de tres salesianos españoles. Sus trucos e ilusiones cautivaron al público, recordando el modo en que el propio Don Bosco utilizaba la magia para atraer a los jóvenes y enseñarles la fe. El ambiente estaba lleno de asombro y alegría, lo que atestigua el atractivo perdurable de los métodos de Don Bosco.
Al final del día, los jóvenes participantes se sintieron profundamente conmovidos por el discurso de "Buenas noches" de Roman, un prenovicio salesiano de Ucrania. Compartió sus experiencias de trabajo con los salesianos durante el conflicto actual, haciendo hincapié en la atención y la presencia que proporcionan a los jóvenes en medio de la guerra. Roman contó la conmovedora historia de un chico del oratorio salesiano cuya casa fue bombardeada, matando trágicamente a un familiar. Si el chico hubiera estado en casa, él también podría haber muerto. Roman también contó cómo su padre, que servía en el frente, sobrevivió por poco a la explosión de una bomba, lo que Roman cree que se debió a la providencia de Dios. Instó a los jóvenes a reconocer la presencia de Dios en sus vidas, incluso en medio del sufrimiento.
El tercer día del Sínodo de los Jóvenes Salesianos fue un día de profunda reflexión e inspiración. Se animó a los jóvenes participantes a soñar a lo grande y a perseguir sus objetivos con convicción a través de la exploración de los elementos del sueño de Don Bosco, de la participación en debates significativos y como testigos del poder de la providencia de Dios. Las actividades del día reforzaron la importancia de reconocer la mano de Dios en nuestros sueños y el poder transformador de vivir una vida alineada con Su voluntad. Al continuar su viaje en el sínodo, se invita a los jóvenes a llevar estas enseñanzas a sus comunidades, para continuar el legado de Don Bosco y su sueño perdurable.