La celebración vespertina de las 18:30 (UTC+2), presidida por el Padre Martoglio en lugar del Rector Mayor –quien estaba presente en Roma para presidir la celebración análoga en la Basílica de María Auxiliadora de Via Tuscolana, de la cual es cardenal titular–, fue el punto culminante del mayo salesiano vivido por la Familia Salesiana y los fieles que se congregan en la Casa Madre de los Salesianos en Valdocco.
Desde el lunes 13 de mayo de 2024, comenzó el camino preparatorio para la Fiesta, con un programa que incluyó, para cada día la Misa vespertina animada por una comunidad salesiana diferente de Turín y una noche de oración con Rosario, Adoración Eucarística y "buenas noches salesianas" a cargo de varios grupos de jóvenes o de la Familia Salesiana.
El jueves 23, víspera de la Fiesta, se oficiaron seis Misas (a las 7:00, 8:00, 9:00, 10:00, 18:00 y 00:00), entre las cuales destaca especialmente la de la tarde de las 18:00, presidida por el Arzobispo Monseñor. Giordano Piccinotti, Presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA). Durante el día, las Hijas de María Auxiliadora también animaron un Rosario comunitario, mientras que el Vicario del Rector Mayor presidió las Primeras Vísperas de la fiesta, y por la noche también se realizó una vigilia mariana con liturgia penitencial. Posteriormente, la Basílica permaneció abierta toda la noche para la oración de adoración de quienes desearan hacerlo.
El 24 de mayo, la iglesia se llenó de fieles en cada hora del día, para asistir a las numerosas celebraciones oficiadas. Se comenzó temprano por la mañana con la Eucaristía presidida por el Rector, el Padre Michele Viviano, luego continuó con la del Superior de la Circunscripción Especial de Piamonte y Valle de Aosta, Padre Leonardo Mancini, para llegar luego a la de las 11:00, presidida por Monseñor Roberto Repole, Arzobispo de Turín y Obispo de Susa.
Después de la bendición de los niños, impartida por el párroco, y la primera Misa vespertina, presidida por Monseñor Cesare Nosiglia, Arzobispo emérito de Turín, finalmente se llegó a la Misa especialmente dirigida a los niños y niñas del Movimiento Juvenil Salesiano procedentes de numerosos países de todo el mundo, presidida precisamente por el Padre Martoglio.
Citando el Evangelio proclamado para la fiesta, el de las Bodas de Caná, el Vicario del Rector Mayor observó la intercesión solícita de María hacia la comunidad, fruto de la inmensa fe de la Madre hacia su hijo, Jesús: "María sabe que el corazón de su hijo, que es Dios, hará lo que se le pida", observó, destacando luego también la "inmensurable" y desproporcionada dimensión de la respuesta de Jesús en el milagro del vino.
La intercesión de María en Caná, bajo el lema: "Haced lo que Él os diga" (Jn. 2,5), es, por lo tanto, el mensaje central también de la Maestra del Sueño de los Nueve Años de Don Bosco, cuyo 200° aniversario se conmemora este año. La mayor enseñanza de esta Maestra, María, es, por lo tanto, escuchar a Jesús, y es una enseñanza que llega, con maternal solicitud, por parte de quien se da cuenta antes que otros de los peligros y dificultades que se pueden encontrar, como lo testimonia precisamente la actuación de la Virgen en Caná de Galilea.
"Nunca te separes de Dios" y "Recuerda que eres hijo de Dios, íntimo con Dios, heredero de Dios" fueron las otras advertencias afectuosas de María, que el Padre Martoglio derivó de la interpretación del Evangelio y de las otras Lecturas del día.
Las adversas condiciones meteorológicas que marcaron la noche del 24 de mayo en Turín impidieron la procesión prevista con la estatua de María Auxiliadora por las calles del barrio de Valdocco. Pero la devoción mariana de toda la asamblea de fieles resonó igualmente fuerte y convencida dentro de la Basílica, renovada y animada por las palabras claras y claras del Vicario del Rector Mayor.