Los salesianos que actualmente residen en el centro de María Auxiliadora en Tampa, ya sea en actividad o jubilados, continúan con su ministerio de manera ininterrumpida, tanto en el centro de María Auxiliadora como más allá. Por ejemplo, el Padre Raúl Acosta, de ochenta y tres años, ayuda a menudo en retiros y programas para parejas de novios y casados dirigidos a diversas comunidades de habla hispana. El Padre Luis Aineto, SDB, de ochenta y nueve años, celebra la misa en español todos los fines de semana para la comunidad de trabajadores inmigrantes de la Misión de Nuestra Señora de Guadalupe en Wimauma. De manera similar, muchos sacerdotes prestan servicio en toda la diócesis, celebrando la misa, ofreciendo el sacramento de la Reconciliación en escuelas secundarias y universidades locales, y animando retiros como capellanes para personas de todas las edades.
Un ministerio específico de la comunidad de María Auxiliadora en Tampa, que por su naturaleza se ocupa de los jóvenes y los pobres, es la Escuela Secundaria Salesiana “Cristo Rey”. En ella, Don Eduardo Chincha facilita y anima la pastoral del campus, que incluye una clase de “pastoral entre pares”, el oratorio del viernes por la noche, retiros para los Exalumnos... También, el Padre Craig Spence, quien se unió a la comunidad en julio pasado, colabora en la pastoral del campus e imparte clases de teología a los grados superiores, mientras que Don Joseph Hannon enseña a los grados inferiores.
Diez de los dieciocho salesianos de la comunidad están jubilados. Reconociendo sus limitaciones, están presentes para los jóvenes según sus capacidades, lo que significa que a menudo dependen de colaboradores laicos salesianos para ayudar a llevar adelante la misión salesiana para los jóvenes de hoy. De hecho, cinco de las siete áreas pastorales llevadas a cabo por la obra de Tampa están gestionadas por laicos: la residencia para ancianos “San Felipe”, la escuela secundaria salesiana “Cristo Rey”, la granja educativa “Mary Has a Little Farm”, el Campo “María Auxiliadora” y el sector de instalaciones y alquileres. Los laicos también desempeñan un papel importante en la coordinación de la Pastoral Juvenil y de jóvenes adultos de la parroquia y del centro en general. En estos casos, los salesianos acompañan y trabajan junto a los colaboradores laicos para guiar el cuidado de las necesidades de los jóvenes. Un buen ejemplo es la rotación de los salesianos que celebran la misa al comienzo de cada día del campamento de verano: durante la homilía comparten historias de Don Bosco, representan escenas y comparten la Palabra de Dios involucrando a cada chico o chica. De esta manera, no solo se establecen las bases de la espiritualidad salesiana para los jóvenes, sino que también invitan a los colaboradores y al personal a vivir su fe en el carisma de Don Bosco.
Para asegurarse de que los laicos estén bien formados en la misión salesiana, los Hijos de Don Bosco deben, en primer lugar, asegurarse de mantener una comunidad sana, efectiva y afectiva entre ellos. El Director, Padre Franco Pinto, ofrece formación continua a través de conferencias semanales y pensamientos de la "buena noche". Además, la comunidad evalúa regularmente su presencia con los jóvenes para determinar lo que puede mejorarse, y entre las cosas examinadas siempre con gran atención está la cuidadosa observancia de las pautas para la protección de menores, en la continua búsqueda de proporcionar un entorno lo más seguro posible para todos.
Cada elección de los salesianos se hace por el bien de los jóvenes a quienes sirven. Aunque su vida a menudo consiste en dar sin recibir, "para los Salesianos, servir y estar presente con los jóvenes no es solo para su bien, sino también para el nuestro", observó el Padre Jay Horan, quien acaba de celebrar cincuenta años de profesión salesiana. De esta manera, destaca la reciprocidad de ayudarse mutuamente a crecer en santidad trabajando juntos: jóvenes, colaboradores laicos y salesianos.
El Padre Pinto retoma a menudo este tema: “estamos llamados a ayudarnos mutuamente a crecer en santidad en el carisma de Don Bosco”. Una misión que se comparte con todo el campus “María Auxiliadora” de Tampa.
Chioma Okoye,
Directora de Comunicación del centro
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