Padre Emanuele, ¿qué significado tuvo este seminario?
El seminario fue un valioso momento de discusión y reflexión, y una respuesta seria a una situación muy actual y estructural, no solo una emergencia. Dos aspectos parecen importantes para destacar, entre muchos: por un lado, la centralidad de la persona, superando la tentación de razonar simplemente en términos de categorías masivas y promoviendo un lenguaje "contracorriente"; por otro lado, la importancia de crecer en la conciencia de que este tema afecta a todos nuestros hogares salesianos y concierne a todas nuestras propuestas educativas-pastorales, llamadas a promover una cultura evangélica de acogida, encuentro e integración saludable.
Dr. Iannini, ¿cómo resumiría la experiencia vivida en estos días de intercambio con las diversas realidades salesianas en la Región Mediterránea?
Una frase del Padre Nando Capovilla me impactó particularmente y creo que resume bien estos días: "Te llaman refugiados, migrantes, solicitantes de asilo, pero por favor, cuéntame sus nombres de nuevo, muéstrame sus rostros, cuéntame sus historias, incluso si no duermo después. Has entrado en mi vida como has entrado en mi casa: con timidez respetuosa y asombro maravillado... No hay casa, no hay trabajo, no hay tiempo para ustedes. Pero no son una emergencia, un problema complejo. Son hijos y hermanos en el mundo. Y yo, como hijo y hermano, actúo como si fuera madre de cada uno de ustedes."
¿Cómo podemos hacer posible un enfoque diferente de la realidad de las migraciones?
Nos damos cuenta de que es hora de dar voz a las experiencias de aquellos que, por mil razones, dejan su propio país en busca de un futuro mejor y un sueño por cumplir. La forma en que narramos lo que sucede y lo que se vive determina el tipo de respuestas que elegimos y, si algo se percibe como real, será real en sus consecuencias.
¿Cree que es posible en nuestras casas salesianas?
En la complejidad del mundo en el que vivimos, nuestras comunidades educativas-pastorales pueden ser, y en cierta medida ya lo son, ejemplos de esta convivencia de diferentes culturas, laboratorios en los que tanto quienes llegan como quienes acogen pueden lograr un encuentro que realmente beneficiará y enriquecerá a todos.
¿Cuál es la tarea al final de este seminario?
Sin duda, necesitamos crecer en el trabajo conjunto como una red salesiana y en la comunicación con las instituciones de los diferentes países. Don Bosco está presente y une ambas orillas del Mediterráneo. Es nuestra tarea y responsabilidad hacerlo visible.
