Junto con el mensaje, se difundió también un breve comentario inicial, en el que el Santo Padre manifestó toda su atención a un tema de gran actualidad en el panorama de la comunicación -y no solo- mundial, abordándolo desde la perspectiva cristiana que pone en primer lugar al ser humano.
"La evolución de los sistemas de inteligencia artificial -expresó el Santo Padre- hace cada vez más natural la comunicación a través y con las máquinas, de modo que cada vez es más difícil distinguir el cálculo del pensamiento, el lenguaje producido por una máquina del generado por el ser humano. Como todas las revoluciones, también esta basada en la inteligencia artificial plantea nuevos desafíos para que las máquinas no contribuyan a difundir a gran escala un sistema de desinformación y no aumenten también la soledad de los que ya están solos, privándonos de ese calor que solo puede dar la comunicación entre las personas".
Por eso, explica el Pontífice, "es importante orientar la inteligencia artificial y los algoritmos, para que haya en todos una conciencia responsable en el uso y desarrollo de estas diversas formas de comunicación, que van de la mano con las de los medios sociales e Internet".
Para concluir, el Santo Padre recuerda incisivamente: "Es necesario que la comunicación se oriente hacia una vida más plena de la persona humana".