“La situación está más tranquila. La necesidad sigue siendo mucha, pero hemos ayudado a muchísimas personas en estos meses”, aseguran los misioneros salesianos. “Los proyectos de emergencia van a acabar este mes para dar paso a la reconstrucción y a otros proyectos educativos y de atención a los menores y jóvenes. Seguimos trabando en la atención psicológica y en la superación de los traumas”, explican los Salesianos desde Alepo.
Gracias la solidaridad salesiana mundial, casi 2,4 millones de euros se han destinado hasta el momento a la emergencia del terremoto en Siria. Desde Misiones Salesianas se han enviado más de 400.000 euros para proyectos de primera necesidad y para atender a la población desplazada. “Estamos en una situación de pobreza crítica en Siria debido a la guerra y al terremoto”, comenta Mateo Colmenares, voluntario salesiano en Alepo. “El sueldo básico en el país es de 150.000 libras (55 euros), pero dos horas de luz al día durante una semana cuestan 100.000 libras”.
El balance que hacen los misioneros salesianos de estos meses abarca todo tipo de ayuda, desde acoger a casi 800 personas en Don Bosco Alepo, hasta repartir comida diaria durante el Ramadán por las aldeas más alejadas, pasando por la reparación de viviendas y la asistencia académica a menores y la entrega de bonos económicos para comida, luz y bienes de primera necesidad.
El resumen de la ayuda salesiana en estos meses incluye “la entrega de un bono económico mensual de casi 400.000 libras a 224 familias; la asistencia con ingenieros y obreros a 40 familias para la reconstrucción de sus viviendas; la ayuda a 116 familias con un bono de electricidad de 400.000 libras; y el reparto de un bono de mercado para 220 familias necesitadas por valor de 300.000 libras”, explican los misioneros salesianos de Alepo.
Sin embargo, la ayuda salesiana a los damnificados por el terremoto ha ido mucho más allá: “Hemos ayudado a 300 familias en la compra de medicinas y a otras 100 personas con consultas de salud (sobre todo cardiólogos y oftalmólogos. También hemos ofrecido asistencia educativa a los menores de entre 10 y 16 años gracias a nuestros jóvenes de los centros juveniles y hemos ayudado a pagar la escolaridad a 900 menores y a jóvenes universitarios de nuestros ambientes. Asimismo, hemos ayudado a 600 menores a conseguir sus útiles escolares”, recuerda Mateo Colmenares.
Hace unas semanas, y gracias al acuerdo con una fábrica de calzado, los Salesianos repartieron 800 pares de zapatos a través de un bono para personas necesitadas de la ciudad. “También hemos ayudado a la población desplazada por el terremoto. Durante dos meses ofrecimos comida para 300 personas en Kafroun, y en la actualidad damos 450 cupones para poder hacer la compra en el mercado”, aseguran los misioneros salesianos.
Durante estos próximos meses se desarrollarán los proyectos de campamentos de verano para los menores. Más de mil menores participarán en ellos, con una temática salesiana para superar los traumas psicológicos y en los que disfrutarán de transporte, comida, merienda y materiales didácticos.
“Continuaremos con los proyectos educativos y primaremos la enseñanza de idiomas, porque el 90% de los jóvenes se van del país. Los chicos, para no ir al servicio militar, que puede ser indefinido y llevarlos a la guerra, y las chicas porque no tienen oportunidades profesionales en Siria”, finalizan los misioneros salesianos.
Fuente: Misiones Salesianas