Conmemoración en el lugar conmemorativo de la parcela 301 del Nuevo Cementerio Público

El 8 de junio de 2023, en Budapest, el Instituto del Patrimonio Nacional celebró una conmemoración en honor de Esteban Sándor en el lugar conmemorativo de la parcela 301 del Nuevo Cementerio Público, donde los restos del beato salesiano habían sido enterrados en una tumba sin nombre hasta su identificación en 2018. Los discursos fueron pronunciados por Réka Földváryné Kiss, Presidenta del Comité Nacional de Conmemoración; Gábor Móczár, Director General del Instituto del Patrimonio Nacional; y el Padre János Andrásfalvy, Superior de la Inspectoría "San Esteban Rey" de Hungría. La ceremonia se completó con la colocación de coronas y el encendido de velas votivas.

Ceremonia de conmemoración en el "Clarisseum" con la lectura de escenas de la vida del Beato

La lectura de algunos episodios de la vida del Beato húngaro fue una de las etapas de una elaborada conmemoración celebrada en Újpest, 4º distrito de Budapest, en el Clarisseum, donde el Beato Esteban Sándor vivió y trabajó como religioso salesiano. La celebración incluyó, en primer lugar, una misa solemne y, a continuación, un momento conmemorativo, una procesión y el rezo de letanías en presencia de su reliquia.

Era la primera vez que se celebraba una Misa solemne en presencia de sus reliquias en la casa salesiana del Clarisseum, diez años después de su beatificación y exactamente setenta años después de su martirio.

A la Eucaristía, presidida por el Inspector, asistieron también varios coadjutores salesianos y numerosos fieles que, tras ser recibidos por el párroco del Clarisseum, Padre Zoltán Márkus SDB, llenaron la pequeña iglesia.

En su homilía, el Padre Andrásfalvy destacó el espíritu especial del lugar, ya que el recuerdo del Beato Esteban Sándor impregna ahora abiertamente ese lugar y su ejemplo es conocido en todo el mundo, a pesar de que durante mucho tiempo ni siquiera fue posible mencionarlo abiertamente.

A continuación, hizo un paralelismo entre el mensaje evangélico y la vida del Beato, diciendo que si el grano de trigo no muere, no da fruto, pero si muere, da mucho fruto. Subrayó que, entre los frutos del Espíritu, la benevolencia, la alegría y la paciencia estaban particularmente presentes en su vida, porque estaba apegado a su vocación, a Dios y a Don Bosco. Servía al Señor con alegría en torno al altar y alegraba con sus bromas, sus palabras conmovedoras y su paciencia angelical, incluso en la cárcel, donde daba esperanza a sus compañeros de prisión que estaban desesperados. Y, por último, propuso que su misión continue hoy.

Después de la misa, varios feligreses recorrieron algunos momentos destacados de la vida de Esteban Sándor, leyendo extractos de sus cartas, y luego, con velas en la mano, encabezaron la procesión hasta el cercano parque Esteba Sándor, donde todos rezaron y cantaron juntos y finalmente depositaron sus velas ante una placa en su honor.

De vuelta a la iglesia, a las 21:10, hora de la ejecución, todos guardaron un minuto de silencio. A continuación, dirigidos por el párroco, recitaron las letanías de Esteban Sándor y, por último, rindieron homenaje a la reliquia.

Conmemoración en Szolnok, en el lugar de nacimiento del Beato Sándor

En Szolnok, ciudad natal del mártir, también se conmemoró el 70º aniversario de su muerte en la iglesia municipal de la Santísima Trinidad, donde fue bautizado. Los asistentes fueron recibidos por Andrea Kovács, responsable de la Asociación de Intelectuales Cristianos, celebraron una misa en su honor -durante la cual rezaron por la canonización del mártir- y después caminaron en procesión hasta la plaza situada frente a la iglesia, donde, tras encender velas, depositaron flores bajo la estatua del religioso salesiano.

Celebración en Mezőnyárád, donde el mártir salesiano comenzó su vida salesiana

Por último, en Mezőnyárád también tuvo lugar una celebración conmemorativa del 70º aniversario del mártir salesiano, en la escuela católica que le está dedicada desde 2016. La escuela se encuentra en el edificio donde se fundó el noviciado salesiano en 1934, y al que Sándor asistió entre 1937 y 1940 para prepararse para la vida religiosa salesiana.

La jornada comenzó en la iglesia, donde algunos alumnos graduados leyeron reflexiones sobre el Beato Esteban Sándor, y se consagró después con una misa. En esta ocasión se recordó que la vida de este religioso salesiano, que fue ejecutado siendo inocente, es un ejemplo eterno de fe, perseverancia y compromiso para los jóvenes, y que su testimonio no solo refuerza la motivación de muchos educadores, sino que aún hoy puede hablar a muchos jóvenes.

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