A su llegada al Instituto Salesiano de Chadstone - a unos dieciocho kilómetros al sureste del centro de Melbourne - el Rector Mayor dirigió inmediatamente un mensaje de saludo al personal del centro educativo. Los miembros del personal quedaron muy impresionados por la amabilidad del Rector Mayor, quien a su vez les agradeció el duro trabajo que realizan para mantener el espíritu de Don Bosco.

A continuación, la comunidad estudiantil se reunió en el gimnasio para celebrar una asamblea, durante la cual se dio la bienvenida oficial al Rector Mayor. También estuvieron presentes en la reunión los líderes estudiantiles de las escuelas salesianas de toda Australia, de esta manera se generó una maravillosa reunión de jóvenes salesianos - ¡un logro nada desdeñable en un país tan grande!

El Décimo Sucesor de Don Bosco, que ya se siente a gusto con el sentido del humor australiano, impresionó a la sala con su discurso afable y desenfadado. El animador que hay en él también brilló en la ocasión, y cuando se le ofreció una guitarra para tocar algo, el Padre Á.F. Artime electrizó a todos los presentes con melodías llenas de energía.

El acto de la mañana concluyó con la bendición de la placa conmemorativa del centenario de los Salesianos en Australia.

Después del almuerzo, el Rector Mayor participó en el foro juvenil que se estaba celebrando entre los chicos y chicas presentes. En efecto, los jóvenes animadores de las escuelas salesianas australianas se habían reunido para una jornada de juegos, actividades y reflexiones y esperaban con impaciencia la presencia del Rector Mayor: una espera que se fundió en un largo y caluroso aplauso cuando entró en la sala.

A continuación, el Padre Á.F. Artime animó un diálogo con los presentes y también se puso a disposición de los jóvenes para responder a sus preguntas. Les dijo lo felices que quería que fueran y ensalzó la importancia de seguir los sueños de cada uno: "¡Nunca seréis felices si no seguís lo que realmente desea vuestro corazón!", dijo.

Por la tarde, unas doscientas personas de todos los grupos de la Familia Salesiana de Australia se reunieron en la capilla del colegio para celebrar juntos la Misa del Centenario. Con este motivo, el Padre Á.F. Artime agradeció a los presentes lo que habían dado de sí mismos para dar vida al carisma salesiano y subrayó lo importante que era esta ocasión: "Dentro de otros cincuenta años", dijo, "algunos de los jóvenes aquí reunidos esta noche serán abuelos y podrán decir con orgullo a sus nietos: '¡Cuando celebramos los cien años de la salesianidad, yo estaba allí!

Una vez finalizada la solemne Eucaristía, toda la asamblea se trasladó al exterior, donde les sorprendió el sonido del gong y de algunas personas vestidas de forma muy elaborada e incluso de un "dragón": se trataba de una danza tradicional birmana que se desplegó en medio del patio del colegio, como preludio de la rica velada cultural que iba a tener lugar a continuación.

Las celebraciones se trasladaron después al gimnasio del instituto para una cena de gala, en la que, durante toda la velada, hubo entretenimiento: bailes tradicionales de Vietnam y Samoa, jóvenes músicos tocando la guitarra o el violín, canciones en varios idiomas e incluso una actuación espontánea en el escenario de varios Salesianos e Hijas de María Auxiliadora.

La cena fue organizada por "Roll'd", una cadena de restaurantes vietnamitas muy popular que ha experimentado un rápido crecimiento en Australia, y que ha desarrollado un vínculo muy fuerte con los Salesianos: el propietario es, de hecho, un exalumno del instituto salesiano de Chadstone, así como el hermano de un sacerdote salesiano. Cuando la velada tocaba a su fin, se anunció que había donado generosamente el coste total de la cena de gala a las obras en curso de los Salesianos en el Pacífico, entre los aplausos entusiastas de los asistentes, una clara señal de que el centenario que acababa de terminar no es más que el principio de la historia salesiana en la Inspectoría de Australia-Pacífico.

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