Jamil dormía en el piso 11 de su edificio junto a sus padres y hermanos cuando les sorprendió el terremoto en la madrugada del 6 de febrero. Siempre cuenta que “no sé cómo bajamos todos los pisos andando y estamos a salvo”. Tardaron semanas en poder regresar a su casa, y en ese tiempo siempre estuvieron alojados con los Salesianos de Alepo. Ahora, cuenta Jamil, “volvemos a estar en casa, pero mi padre no podía dormir y tenía dificultades para respirar y se le aceleraba el corazón, así que duerme en un pequeño negocio en el que trabaja”.
El terremoto ha empeorado la situación sanitaria del país, que ya era dramática por la guerra. Se han detectado casos de cólera, sarna, diarrea, hepatitis y sarampión, pero debido a la escasez de médicos y de infraestructuras, los hospitales privados, inaccesibles para la mayoría, son la única solución. Según Naciones Unidas, más de 9.000 edificios se han derrumbado en Siria y otros tantos son inhabitables por los daños, y 8,8 millones de personas se han visto afectadas por este desastre natural y necesitan ayuda de emergencia.
Para afrontar los traumas y ofrecer apoyo psicosocial a los habitantes de Alepo, los Salesianos de Damasco han organizado hasta el momento tres sesiones de tres días con 25-30 jóvenes animadores de la Casa Don Bosco de Alepo. “La iniciativa ha sido maravillosa para los chicos. Por un lado, esos días han sido los primeros desde el terremoto en el que todos hemos coincidido en que hemos descansado y dormido bien; y, por otro, ha sido una especie de cargar las pilas para seguir ayudando a quienes lo necesitan durante esta Semana Santa”, comenta Mateo Colmenares, voluntario salesiano en Alepo.
Miles de personas siguen sin poder acceder a sus viviendas en Alepo. Los Salesianos han reanudado sus actividades para 1.100 menores y jóvenes sin olvidar a la población afectada por el terremoto. Estos días, muchas familias se acercan a la Casa Don Bosco para las celebraciones de Semana Santa, en un ambiente marcado más si cabe por la esperanza.
“En las primeras semanas de marzo todas las personas alojadas con nosotros regresaron a sus hogares o a viviendas alquiladas temporalmente. Cada 20 días seguimos ayudando a 200 familias con cupones para alimentos, productos de higiene y combustible. Para los que temen que sus casas aún no sean seguras, hemos ofrecido a ingenieros cualificados para evaluar los daños y que puedan recibir ayuda financiera para la rehabilitación”, explica Colmenares.
Además de un proyecto de instalación de placas solares en la Casa Don Bosco de Alepo para no depender del combustible y de los generadores durante las 22 horas al día en que no hay luz, los Salesianos pondrán en marcha otro proyecto para garantizar un tratamiento médico y un seguimiento a más de 200 personas cuya salud cardiovascular empeoró a raíz del terremoto y de las sucesivas réplicas.
Desde Misiones Salesianas ya hemos enviado hasta el momento a Siria más de 400.000 euros. De ellos, más de 100.000 han sido destinados a la respuesta de emergencia en Alepo y a la atención de población desplazada en la obra salesiana de Kafroun; más de 77.000 euros se han destinado a la respuesta educativa en Alepo y 50.000 irán destinados a la instalación de placas solares en la Casa Don Bosco de Alepo para que tenga electricidad y agua caliente las 24 horas del día. Otra gran partida de más de 160.000 euros irá destinada a los proyectos de reconstrucción que se pongan en marcha en los próximos meses. A nivel mundial las organizaciones salesianas han cubierto las necesidades planteadas por valor de 1,8 millones de euros.
Fuente: Misiones Salesianas
