El proyecto, con una duración de seis meses, está financiado por la Agencia Italiana para la Cooperación al Desarrollo (AICS) e implementado por la ONG "Voluntariado Internacional para el Desarrollo" (VIS) en tres áreas del país: Leópolis, Žytomyr e Ivankiv, esta última parte de la región de Kiev. Estas áreas albergan a la mayoría de los más de 6,28 millones de desplazados internos.
El proyecto pretende dar respuesta a estas necesidades y tratará de apoyar a la población vulnerable hasta finales de 2022, a través de una intervención multisectorial: una unidad móvil se trasladará a 12 pueblos para brindar apoyo psicosocial; Se distribuirán 1.000 comidas calientes al día en las provincias de Leópolis y Zhytomyr, también gracias a la sinergia con el Departamento de Protección Civil, que ha suministrado 4 cocinas de campamento.
Además, ante la llegada del invierno, se trabajará para ayudar a la población a reconstruir sus viviendas, mediante la distribución de kits para pequeñas y medianas reparaciones domiciliarias de emergencia, en particular en la provincia de Ivankiv, donde se encuentran 2.360 viviendas que sufrieron daños. A estas personas también se les donarán frazadas, ropa de invierno, estufas y combustible.
Se han diseñado actividades lúdicas y psicosociales para niñas y niños, sumadas a intervenciones dirigidas al uso del tiempo libre en los casos en que los niños no puedan volver a clase, sea porque las escuelas han sido destruidas o dañadas, o porque no han sido reabiertas debido a que no tienen refugios antiaéreos adecuados.
Este proyecto se enmarca en el programa más amplio llevado a cabo por la coordinación de entidades salesianas activas en la solidaridad internacional (Fundación DON BOSCO NEL MONDO, Fundación Ópera Don Bosco onlus, Fundación Ópera Don Bosco nel Mondo, Missioni Don Bosco y VIS), que desde el comienzo del conflicto aunaron fuerzas para responder de manera más efectiva a la emergencia ucraniana.
Esta sinergia, gracias también al apoyo del gobierno polaco y a la Municipalidad de Leópolis, hizo posible la creación de “Mariapolis”, una ciudadela modular que ha albergado a 350 personas durante seis meses. Los salesianos además se ocupan diariamente del cuidado material y espiritual de las personas alojadas en el campamento: actividades educativas y recreativas para los niños, asistencia psicosocial y distribución de comidas calientes.
