Retrasado durante dos años debido a la pandemia y los largos meses de confinamiento impuesto en el estado de Victoria, el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes finalmente se completó. Para la ocasión, toda la comunidad parroquial, junto a los fieles de origen italiano y vietnamita, además de los amigos y simpatizantes, se reunieron frente al santuario con el padre Peter Hoang SDB, Vicario de AUL, sacerdotes y religiosos.
Durante la homilía de la Misa de bendición de la imagen, el padre Hoang recordó las innumerables dificultades enfrentadas para llegar a ese momento: además de las ralentizaciones causadas por la pandemia, también mencionó un episodio ocurrido en el verano de 2021, cuando debido a una tormenta algunos materiales de construcción fueron levantados por el viento y arrojados a 20 metros de distancia, cayendo exactamente donde ahora se encuentra la réplica de la gruta de Lourdes. Un acontecimiento que el Vicario de AUL interpretó como uno de los tantos signos de que, a pesar de las penurias afrontadas y superadas, la Virgen ha querido instalarse en la parroquia a través de este pequeño santuario.
La ceremonia de bendición del Santuario representó la culminación de un camino de crecimiento de la parroquia salesiana que comenzó hace 15 años, cuando el entonces Inspector de AUL, el padre Frank Moloney, envió al padre Anthony Quang Nguyen, SDB, para relanzar la presencia salesiana local, también a través de la lanzamiento de un centro de refugiados.
En este tiempo, muchas cosas han cambiado y muchos feligreses han envejecido, mientras que muchas familias jóvenes han tenido que mudarse por el aumento del precio de la vivienda en una zona que se ha puesto de moda. Pero los Hijos de Don Bosco se arremangaron y pusieron en marcha diversos proyectos y actividades pastorales para llevar a cabo su misión educativa, evangelizadora y caritativa.
Gracias a la colaboración establecida entre dos Hijas de María Auxiliadora, sor Marguerite y sor Thuy-Linh, y el salesiano coadjutor Dat Phung, se puso en marcha el Movimiento Juvenil Salesiano; luego se puso en marcha la escuela de idioma vietnamita, todos los domingos en las primeras horas de la tarde, convirtiéndose en un excelente atractivo para muchos niños y jóvenes: vienen a la parroquia para aprender el idioma y luego se quedan allí para las actividades lúdicas, el catecismo y para participar en la Liturgia de la Palabra, antes de unirse a toda la comunidad en la Eucaristía de la tarde.
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