Combinando la memoria con una renovada apuesta por el futuro, el evento entrelazó diversos registros: histórico, que destacó el compromiso con la educación de generaciones de educadores que en los cinco continentes han sabido acompañar a los jóvenes; pedagógico, en el que se plantearon cuestiones de gran actualidad sobre qué formación garantizar para estar al día con las necesidades de los jóvenes. Finalmente, el horizonte experiencial, con la presentación de dos investigaciones exploratorias que han profundizado respectivamente la experiencia de las FMA en 150 años de historia y de que manera hoy en día algunos núcleos del Sistema Preventivo son concebidos y aplicados por las FMA y los colaboradores laicos en las comunidades educativas.
En la sesión de clausura, la Madre Chiara Cazzuola, Superiora General del Instituto FMA, indicó una perspectiva de futuro para el Instituto, que en el 150° aniversario de su fundación se propone relanzar la misión educativa en diferentes contextos. Por ello, reiteró que el encuentro “no fue sólo un acto de celebración como punto de llegada de una larga y esmerada preparación”, sino un “punto de partida para un nuevo camino en nombre de la responsabilidad hacia los jóvenes que nos han sido confiados, hacia nuestros Fundadores, hacia la Iglesia y la sociedad en la que nos encontramos, en los diversos contextos geográficos y culturales”.
El evento concluyó con la Celebración Eucarística presidida por el Rector Mayor y concelebrada por los sacerdotes SDB Francesco Motto y Stanisław Zimniak, respectivamente Presidente y Secretario de la Asociación de las Culturas de la Historia Salesiana (ACSSA), siendo una oportunidad para dar gracias a Dios por estos 150 años y para pedir a santa María Domenica Mazzarello -que primero creyó en ese mensaje, "a ti te los encomiendo"- que ayude a todas las FMA a entregarse al Señor, por el trabajo que siguen realizando todavía hoy en el Instituto FMA, por el bien de los jóvenes.
En su homilía, el Rector Mayor destacó el itinerario de estos 150 años de vida del Instituto FMA, del cual “la historia está llena de milagros educativos, de realidades en las que el amor ha curado tantas vidas, donde se ha sabido transformar ciudades, pueblos, espacios y familias… y esta es una página gloriosa que está presente hoy y lo estará también en el futuro”.
Retomando la Palabra de Dios -"Dios ha elegido lo humilde del mundo" (1 Cor 1,27)- subrayó que la fuerza de Madre Mazzarello está en su amor materno, en la debilidad hecha fuerza y en la fe. Finalmente, concluyó diciendo: “Los invito a seguir creyendo que nos espera un hermoso futuro, que no tiene mucho que ver con la cantidad de recursos que tengamos. El punto donde todo está en juego es cuando un joven o una joven, después de conocernos, se va con el corazón lleno por una palabra nuestra, una sonrisa, una mirada. Creo que esta fue la fuerza de la primera comunidad de Mornese, de la primera comunidad de Valdocco, de los primeros misioneros, que no tenían casi nada, sino heroísmo y confianza en Dios Padre. En el 150 aniversario del Instituto, estoy convencido de que de este modo la Auxiliadora seguirá obrando grandes milagros a través de ustedes”.
