¿Qué le impulsó a escribir la carta de disponibilidad para las misiones?
En mi camino vocacional conocí a varios salesianos que despertaron en mí este deseo de vida misionera ad gentes. Creo que merece una mención especial el padre Marcello Civati, el primer salesiano que conocí. Su celo apostólico por los más pobres fue una inspiración. También está el padre Roberto Mussante, que no solo fue el sacerdote que me bautizó, sino también el que me acompañó en el grupo vocacional y quien finalmente me invitó a ser salesiano. Finalmente, debo nombrar al Salesiano coadjutor Gaston Fontaine, quien fue mi director espiritual y me ayudó a discernir mi vocación misionera.
¿Cómo tomaron las personas cercanas a Ud., esta opción misionera?
Al principio pensaron que era una broma o que en todo caso cambiaría de opinión una vez que iniciara este camino. Después se dieron cuenta que hablaba en serio y a partir de ese momento me dieron un gran apoyo. La familia por parte de mi madre, en particular, ha estado muy cercana a mí. Ellos pertenecen a la Iglesia Metodista Unida de São Paulo-Cuca y juntos hemos creado un ambiente ecuménico muy hermoso.
Está a punto de ser enviado a Cabo Verde: ¿está contento con este destino?
Estoy muy feliz de haber sido enviado a Cabo Verde. Me parece que el pueblo caboverdiano es muy rico en valores humanos y cristianos. Pienso que junto a los valores de mi cultura, imbuido de una misión compartida de "vida y obra" con la comunidad salesiana, creceré en la Sequela Christi y en la fidelidad a la herencia carismática de nuestro Padre, San Juan Bosco.
¿Tiene modelos misioneros que desea seguir o imitar?
Pienso en los salesianos que dieron su vida por Angola, como los sacerdotes Domingo Nokonoko, Agostinho Nazareno Pascoalini, Dionísio Pacheco Aldea y Filiberto Rodrigues y el laico Nuncio Randisi. Estos Hijos de Don Bosco se entregaron enteramente por la juventud pobre de mi amado país.
¿Qué mensaje quieres enviar a los jóvenes sobre la vocación misionera?
Queridos jóvenes, si escuchan la llamada de Jesús a la vida misionera, sigan el consejo de su nuestra madre María porque Jesús transforma nuestro miedo, inseguridad e incertidumbre, como el agua fue transformada en vino, de alegría y paz para muchas personas. Y San Juan Bosco nos dice: "Confía en María y verás lo que son los milagros".