Tras la oración de inicio de la reunión, el Padre Inspector, Alfonso Bauer sdb, explicó la “urgencia” que supone para la Inspectoría “San José” el abordaje de esta situación, al tiempo que subrayó que “no podemos mirar para el otro lado, sino que es necesario asumir esta realidad juntos, para buscar respuestas que puedan generar una realidad más fecunda”.

“Sabemos que es el Señor quien llama, pero lo hace por mediaciones humanas que ayudan a encontrarse con Él y que acompañan el discernimiento”, recordó el Padre Inspector. Señaló que la escasez de vocaciones sacerdotales tiene un origen multifactorial, donde algunas causas son externas pero otras “dependen de nosotros” y “nos tenemos que hacer responsables”. “No podemos quedarnos de brazos cruzados, ni tampoco realizando elucubraciones que intenten explicar la situación, sino que tenemos la necesidad de hacer algo”, sostuvo.

Refiriéndose a la poca respuesta local recibida a las propuestas de “Faremo a metà” planteó la necesidad de asumir este desafío, “no desde el juicio que culpabilice, sino con espíritu crítico, y utilizando todas nuestras capacidades para transformarlo en oportunidad”. Tal como lo manifestó en su Circular al inicio de este mes, el Padre Bauer destacó que si bien “nadie tiene una solución clara para este desafío, entre todos nos podemos ayudar a buscar caminos que faciliten o propicien un humus vocacional que llegue a transformarse en propuesta para los jóvenes, ayudándolos a que en su vida puedan dar espacio al querer de Dios”. “Hoy esta es una responsabilidad compartida de religiosos y laicos, pues estamos juntos en la misión desde la vocación salesiana, y es en esta implicación que queremos caminar y dar respuesta”, expresó.

Seguidamente a la introducción al tema por parte del Padre Inspector, se invitó a los asistentes a compartir en grupos su mirada sobre la temática. Luego de una rica puesta en común  se expusieron en la Asamblea algunas aristas de la situación entre las cuales se destacó la edad más tardía en que los jóvenes toman actualmente las decisiones vocacionales y la carencia  de propuestas pastorales para esos jóvenes mayores; la falta de contacto con testimonios así como de  los tiempos que requiere un acompañamiento más concienzudo en tal sentido.

Al culminar el encuentro el Padre Inspector agradeció a los presentes por aceptar involucrarse en esta realidad y los conminó a encontrarse nuevamente en pocas semanas.

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