Hoy presentamos la experiencia lograda en los pueblos indígenas del Estado de Mato Grosso por los jóvenes y la comunidad académica de la universidad "UniSALESIANO", con sede en Lins y Araçatuba, perteneciente a la Inspectoría Brasil-São Paulo (BSP).

Después de dos años de interrupción a causa de la pandemia (2020 y 2021), la experiencia denominada “Voluntariado Misionero” de la UniSALESIANO retomó este año su cuarta edición. Asistieron unas 30 personas, entre miembros del Rectorado, la coordinación y el estudiantado, que durante una semana de julio conocieron y vivieron de primera mano la cultura de los pueblos indígenas de Meruri y São Marcos, al mismo tiempo que llevaron sus ganas para ayudar y su entusiasmo.

El padre Paulo Jácomo, Prorrector de UniSALESIANO para la Pastoral, explicó que la experiencia es fruto de una cuidadosa organización. La primera fase fue la de registro: “Tuvimos una buena respuesta, 59 miembros, aunque solo pudimos seleccionar a 22”, explicó.

La responsabilidad de la selección recayó en las coordinadoras, dos profesoras: Juliana Mitidiero (Educación Física) y Mirella Justi (Psicología). La segunda fase estuvo constituida por la preparación del viaje y las obras. “Los seleccionados y el equipo organizador han trabajado mucho, incluso con poco tiempo disponible. Hubo un esfuerzo para la recolección de ropa, mantas, comida... Todos trabajaron mucho”, enfatizó el padre Jácomo.

La última fase fue la ejecutiva, con la presencia de los universitarios y del equipo en las aldeas indígenas.

Dados los resultados positivos y satisfactorios de la expedición, el padre Jácomo anunció que en este mes de agosto se abrirán nuevamente las inscripciones para la expedición del Voluntariado Misionero 2023, a fin de permitir un mayor tiempo de preparación de los seleccionados.

El Director General del campus de Araçatuba de UniSALESIANO, padre Erondi Tamandaré, SDB, por su parte subrayó que se están proponiendo nuevas metodologías para el año 2023, con el objetivo de involucrar más y mejor a los universitarios en acciones de Voluntariado Misionero.

Y para la edición de 2022, destacó el gran compromiso caritativo de los alumnos de la Escuela Salesiana "Dom Luiz Lasagna", quienes recolectaron más de cinco toneladas de alimentos para los pueblos indígenas de Mato Grosso, que luego los socios de la expedición les entregaron.

“Me imaginaba encontrar algo muy diferente en las aldeas, pero al llegar allí pude ver la humildad y la sencillez de esta gente. Son personas muy reservadas, pero con el corazón abierto para compartir sus historias y sus costumbres. Los niños son encantadores. Poder vivir estos ocho días en los poblados me hizo comprender el 'sentido de la vida', y me hizo entender bien cómo han sido siempre los indígenas en nuestro país. Viven con dificultad y no tienen fácil acceso a la atención médica. Aún así, tienen una de las culturas más hermosas que he visto: bailes, rituales, canciones. La mayor lección que me llevo después de este viaje es saber que un simple abrazo o una sonrisa pueden transformar la vida de cualquiera. La verdadera felicidad reside en la forma humilde de vivir. A pesar de todas las diferencias, somos iguales y tenemos que disfrutar los momentos simples, dedicándonos a los demás”, explica Milena da Silva Oliveira, 20 años, del curso de enfermería.

Por su parte, João Pedro Sangali Leite, de 23 años, estudiante de Medicina, subraya: "Después de conocer mejor el trabajo conjunto realizado por los salesianos en las aldeas de Meruri y São Marcos, me di cuenta que tenía muchas ganas de participar en el Programa de Voluntariado Misionero con el fin de aprender y conocer la cultura de este pueblo y también de ver y ser parte del increíble trabajo altruista que la Institución UniSALESIANA realiza en estos pueblos. He vivido momentos únicos, que llevaré conmigo para siempre. Creo que esas personas, a pesar de todos los problemas que enfrentan, son las más felices y amorosas que he conocido. Es un lugar donde con poco se puede hacer mucho y donde, a pesar de no tener casi nada, se tiene todo, porque la fraternidad, el compañerismo, la solidaridad y la amistad priman sobre cualquier otro problema que pueda surgir. Este es el verdadero significado de la familia.

En cuanto a mí, las principales lecciones aprendidas fueron dos: compartir y siempre ayudar; ser gratos por cada oportunidad que la vida nos ofrece. He vivido un enorme cambio de valores, porque muchas veces acabamos dándole importancia a algunas cosas que no merecen ni la mitad de la atención que les damos, mientras que otras, que deberían cuidarse mucho más, quedan en un segundo plano” .

Monique Bueno

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