El trabajo es intenso incluso más allá de la frontera polaco-ucraniana. Todos se empeñan en las casas salesianas polacas: salesianos, voluntarios, jóvenes, adultos, los propios refugiados, como Tatiana, que ella misma huyó de Ucrania. En lugar de detenerse y llorar por lo que tuvo que dejar a causa de la guerra, ahora se ocupa día y noche, con gran entusiasmo, para enviar la mayor cantidad de material útil posible a sus compatriotas necesitados: "Estamos empacando todo para enviar a 'Ucrania: artículos de salud, alimentos, pañales, productos para mujeres y niños... Hay todo un grupo de voluntarios. Dios les bendiga”, indica la joven.
La máquina de rescate que se ha creado, -al principio casi espontáneamente. que se ha ido estructurando de forma cada vez más coordinada, profesional. Actualmente no se limita a repartir ayudas: también está produciendo una unión más profunda e íntima en todo el cuerpo mundial de la Familia Salesiana.
"Esta situación realmente nos está uniendo, con estas ayudas de los salesianos a otros salesianos, que terminan en las manos de quienes realmente están más necesitados", añade el padre Szczerbiński. Destrás de él los otros voluntarios que participan en las operaciones de rescate descargan en el pasillo derecho de la iglesia. La han transformado por necesidad en un almacén, donde ponen la ayuda recién llegada de Cracovia y que se destina a los demás centros salesianos de Lviv, Peremyshlany y Zhytomyr.
Y mientras avanzan las actividades en el lugar, también avanzan las de coordinación. El miércoles pasado hubo un encuentro conjunto entre varios responsables salesianos de las Inspectorías de Cracovia (PLS) y Varsovia (PLE).
El Inspector, padre Marcin Kaznowski, el Ecónomo, padre Gabriel Stawowy, el Presidente del Voluntariado Misionero Salesiano, padre Tadeusz Goryczka, y el padre Marcin Wosiek, Coordinador de recibir a los refugiados y Responsable de la sección intermedia. En cambio por parte del PLE estaban el Director de la Oficina Misionera Salesiana, padre Jacek Zdzieborski, y el Ecónomo Inspectorial, padre Krzysztof Grzendziński, quien también está a cargo de supervisar la implementación de las actividades, servicios y programas salesianos para los refugiados en Ucrania, Polonia, Eslovaquia y en todas las realidades salesianas directamente implicadas.
Posteriormente, siempre ayer, el padre Grzendziński puso al día al Consejo Inspectorial del PLE e hizo el balance de todo lo realizado hasta el momento, y juntos discutieron varias ideas para un trabajo coordinado cada vez más eficaz.
Desde el resto del mundo, por su parte informan cómo avanzan las movilizaciones, las colectas de bienes y fondos solidarios, así como las iniciativas de todo tipo: en Francia y Bélgica las campañas de muchas escuelas y asociaciones juveniles están siempre activas. Además se están recogiendo donaciones en Australia y lo mismo ocurre en Madagascar, Corea del Sur, en la Inspectoría de África Oriental y la Inspectoría Italia-Sicilia, donde los salesianos. Allí, tras hospedar a los primeros refugiados, anunciaron otra iniciativa: a partir del próximo lunes, en colaboración con el CIR (Consejo Italiano para los Refugiados), se abrirá en Catania un mostrador de asistencia a todos los ciudadanos ucranianos, que tiene como objetivo garantizarles el acceso a los derechos y ofrecerá información sobre protección internacional, protección temporal, reunificación familiar, acogida y orientación de servicios.