Era la última semana de agosto cuando nuestro equipo de la parroquia de San Juan Bosco en Manila-Tondo, inició con una lluvia de ideas para el cortometraje que conformaría nuestra participación en el "Don Bosco Global Youth Film Festival". Estábamos encantados de probar demostrando el talento y la creatividad de los jóvenes de Tondo a través de este concurso.
Sin embargo, a pesar del creciente entusiasmo y deseo de participar, nos enfrentamos al desafío de las restricciones cada vez mayores debido a otro aumento de casos de COVID-19 en el país. Nuestro equipo, compuesto por jóvenes y liderado por adultos jóvenes, se aseguró de que la salud y seguridad de todos nunca estuvieran en peligro durante la producción del cortometraje. Al maximizar el número limitado de personas y recursos disponibles, así como el tiempo asignado para este proyecto, el tema DBGYFF en sí mismo sirvió como un grito de guerra: ¡Estamos "movidos por la esperanza!" nos repetíamos a nosotros mismos!
El tema en sí inspiró la historia de "Bart". Su vida refleja la situación de muchos de nuestros jóvenes de hoy, especialmente ante la pandemia del COVID-19: llenos de incertidumbre, llenos de miedo, comprometidos a luchar en la oscuridad que atraviesan. Nuestra historia espera inculcar en el corazón y la mente de los jóvenes la verdad inmutable de que el Señor nunca nos abandona, incluso cuando la dureza de las dificultades y las pruebas debilitan nuestra fe y debilitan nuestra esperanza.
Además, la historia de "Bart" está muy influenciada por la historia de San Juan Bosco, en particular sobre cómo comenzó su Oratorio el día de la fiesta de la Inmaculada Concepción en 1841. Don Bosco recibió y se hizo amigo de Bartolomeo Garelli, un niño pobre, que representaba a muchos de ellos en ese momento. El apostolado de Don Bosco con estos jóvenes llevó a muchos de ellos al encuentro con Jesús y esta experiencia les dio una nueva esperanza y transformó sus vidas positivamente. Y dado que este acontecimiento tuvo lugar en una fiesta mariana, se nos reforzó la convicción de que es nuestra Madre quien nos reunió a todos en el oratorio de Don Bosco.
Por eso destacamos en nuestro cortometraje cómo el amor de Dios, junto con el cuidado y protección que nos da nuestra Madre, enciende el fuego de la esperanza en nuestros corazones, dándonos un renovado coraje para enfrentar las adversidades de la vida, dándonos cuenta de que nunca estamos solos para afrontar nuestras batallas.
Cuando llegó noviembre, cuando era casi la hora de la celebración del Festival, fue casi divertido observar que nosotros mismos ya habíamos "perdido la esperanza"; pensábamos que no habríamos podido entrar en la final de la competición. Pero luego unos amigos de otras comunidades salesianas nos dieron la noticia de que habíamos ganado como uno de los “Mejores videos por continente”: ¡qué gran e inesperada bendición hemos recibido!
Ahora compartimos esta alegría con el resto de las comunidades salesianas de Filipinas y la Región Asia Oriental - Oceanía. Esta participación fue una experiencia de humildad y aprendizaje para todos.
https://www.infoans.org/es/component/k2/item/14180-filipinas-detras-de-los-bastidores-de-bart-el-corto-ganador-de-mejor-oceanico-en-el-dbgyff#sigProIdb3200373a1
