El Centro Juvenil “Don Bosco Ngangi”, como centro de educación espiritual, ha sido declarado espacio idóneo para la transformación de jóvenes a alto riesgo y víctimas de violencia comunitaria. La elección no es casual, además de su competencia técnica, la calidad de sus infraestructuras y de sus formadores, el Centro “Don Bosco Ngangi” es también un entorno propicio para la formación de buenos cristianos y ciudadanos honestos.
"La paz a través de la reconciliación es ante todo una cuestión espiritual. Este centro de promoción de la fe debe ayudarlos a regresar a su ser interior para que cada uno se reconcilie con sí mismo, con su familia y con su comunidad. De manera que cuando regresen a sus respectivos pueblos sean embajadores de la paz y apóstoles de la reconciliación”. Con estas palabras, el Sr. Fondong Julius se dirigió al grupo de jóvenes excombatientes que están realizando su formación profesional en el “Don Bosco Ngangi”.
Desde principios de agosto, 74 jóvenes excombatientes y algunas niñas y mujeres que fueron víctimas colaterales de la violencia comunitaria han sido capacitados para realizar tareas de plomeros o fontaneros, albañiles, peluqueros, cosmetólogos o esteticistas, como parte del proyecto para reducir la violencia en la comunidad. Se habla de un proyecto inclusivo, ya que involucra de un lado a los excombatientes o jóvenes que podrían unirse a grupos armados, y de otro lado a las víctimas de grupos armados, principalmente niñas y mujeres.
Al final de los tres meses de formación, estos estudiantes que han aceptado desvincularse de los grupos paramilitares intentarán ganarse la vida de otras formas y no con la violencia. Serán ciudadanos, artesanos de la reconciliación, de la paz y el desarrollo. "Ustedes todavía son jóvenes, no pueden llevar una vida paramilitar, de conflictos armados o de violencia", les dijo el titular de la MONUSCO.
A las niñas y mujeres víctimas de la violencia perpetrada por hombres armados, el jefe de la oficina les recomendó el perdón y la reconciliación.
Por su parte, el padre Jean-Pierre Muhima, Director del Centro "Don Bosco Ngangi", agradeció al Jefe de la Oficina de la MONUSCO por reconocer el mérito de los Salesianos de Don Bosco en la supervisión de los jóvenes, pero también por su contribución a la restauración de la paz social en la región de Kivu devastada por la guerra.
Revista Jambo Vijana / Don Bosco