Ahora Johnny y Georgette, junto con sus hijos, han podido regresar a su Alepo; pero no sin antes haber recibido el más sincero agradecimiento de los Hijos de Don Bosco en Siria.

Han pasado más de 8 años desde que esta familia abandonó la ciudad al norte de Siria, debido a la dureza de la guerra y sus consecuencias, tanto materiales como psicológicas. Fue en 2012 cuando abandonaron su casa y sus pertenencias, llevándose consigo a la que en esa época era su única hija. En ese momento no podían haber sabido que la Providencia tenía un encargo especial para ellos.

Al llegar a Kafroun, de hecho, los dos Salesianos Cooperadores, Johnny Ghazi y Georgette Deek, fueron invitados a asumir la responsabilidad de administrar la casa salesiana allí. Y ellos, con espíritu de servicio al Señor y manteniendo siempre el ambiente familiar típicamente salesiano, aceptaron la propuesta y acompañaron todas las iniciativas: catecismo, actividades de verano, encuentros de formación, hospedaje de grupos de visitantes que llegan constantemente al centro, nacido como casa de retiro ...

Hace unas dos semanas, durante una visita a la obra en Kafroun, el Inspector MOR, el padre Alejandro León, celebró una Eucaristía en la que agradeció públicamente el servicio que ellos dieron, su buena gestión en este tiempo, durante el cual fueron ejemplo de laicos cristianos, sea como salesianos comprometidos en la Iglesia y en la sociedad, sea por la labor con los jóvenes.

Después de su servicio en Kafroun, ahora Johnny y Georgette están de regreso en Alepo con sus dos hijas.

Hoy, desde la comunidad salesiana en Siria llega este mensaje.

"A pesar de las grandes dificultades, ellos han vivido este servicio con honestidad, alegría y sacrificio. Además, fue la primera experiencia en la Inspectoría de Oriente Medio, en la que los laicos de la Familia Salesiana tuvieron la oportunidad de vivir la espiritualidad salesiana con alta responsabilidad, de la mano de los salesianos consagrados, como quería Don Bosco: una sola familia para la salvación de las almas. En nombre de los salesianos, los jóvenes, las familias y los Salesianos Cooperadores de Oriente Medio, les decimos: '¡Gracias, Johnny y Georgette!' "

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