El padre Basañes llegó a Bukavu por primera vez el pasado 2 de junio. Allí pudo conocer al arzobispo de la ciudad, Mons. François-Xavier Maroy; entregar la copa a los ganadores de un torneo de fútbol de 4; hablar a los niños del colegio y del internado... El sábado 5 de junio, en cambio, el P. Basañes presidió la celebración eucarística durante la cual Jeanne Nzigire, Nicole Mapendo y Fortunat Mufungizi hicieron la promesa como Salesianos Cooperadores. También allí el padre Jean-Marie Rubakare recordó los 25 años de ordenación sacerdotal y Alexis Mitonga los 25 de su profesión religiosa. Luego, por la tarde, fue a Nyakadaka, donde tres salesianos dirigen una gran plantación.
Don Basañes visitó la escuela vocacional con las secciones de agricultura y ganadería, corte y confección, peluquería estética y nutrición; dio una mano en el trabajo a las madres campesinas; y visitó los seminarios ubicados en la región. Además animó a los Salesianos y colaboradores a vivir y hacer conocer el carisma salesiano, y volver viva la presencia de Don Bosco en esa región de la República Democrática del Congo.
En cambio, miércoles 9 de junio el Inspector llegó a Goma, ciudad todavía afectada por la erupción del volcán Nyiragongo, sucedida pocos días antes. Con los Salesianos y la comunidad educativa local compartió las recomendaciones del Rector Mayor en su Carta Programática, indicando las prioridades de acción: la consolidación de la identidad carismática; cercanía a los más pobres, los más desamparados y los abandonados; mejorar la calidad de la formación de los salesianos; el compromiso de una gestión transparente y colegiada; la dimensión misionera de la Inspectoría y el compromiso con la comunicación social eficaz y profesional.
La celebración eucarística, el día de la clausura de la Asamblea General de los Salesianos de Goma -que incluye a las comunidades de Ngangi, Itig, Shasha y Boscolac- coincidió con la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, "una fiesta querida por toda la Familia Salesiana", subrayó el padre Basaňes.
Añadió que “los Salesianos de Don Bosco saben entregar el corazón a los jóvenes más necesitados y cómo conquistar el corazón de los jóvenes para ofrecérselo a Jesús”. Y concluyó afirmando que, aunque la misión salesiana requiere la fuerza de un guerrero y la precisión de un piloto, el salesiano de Don Bosco está llamado sobre todo a tener la ternura de Cristo hacia los jóvenes en dificultad.
A continuación, el Inspector felicitó a la Familia Salesiana de Goma por haber tomado decisiones firmes para preservar la vida humana de los niños y jóvenes confiados a ellos durante la reciente erupción volcánica; y después de animarlos a dar siempre respuestas adecuadas a los necesitados, rezó por la reconciliación, la unidad, la fraternidad y la paz en la Inspectoría, recomendando que todos amen, conozcan y sirvan a Don Bosco.
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