España – P. Alejandro Guevara: “La Familia Salesiana es una familia mariana y no se la puede entender sin la presencia de María”

(ANS – Madrid) – Alejandro Guevara Rodríguez es el Animador Espiritual Mundial de la Asociación de María Auxiliadora (ADMA) desde septiembre de 2020. En este Mayo Salesiano, dedicado a la Virgen Auxiliadora, publicamos esta entrevista.

En septiembre de 2020 fuiste elegido como Animador espiritual mundial de ADMA, ¿cómo llevas la elección y qué trabajos has estado haciendo durante estos primeros meses?

El 20 de septiembre de 2020 tomé oficialmente este nuevo cargo, en una ceremonia en Valdocco, en la Jornada Mariana. Fue un momento bonito, porque tuve la ocasión de estar con don Pierluigi Cameroni, mi predecesor en este servicio. Tuvimos una celebración eucarística en la Basílica de María Auxiliadora, donde fue un poco el signo, hicimos el gesto de lo que es el traspaso de este servicio. Fue de manera oficial el día en que comencé, como Animador Espiritual Mundial de ADMA, también como de delegado del Rector Mayor para la Asociación.

Lo vivo, en primer lugar, con un espíritu de agradecimiento. Doy gracias al Señor que se ha fijado en mí, una vez más, y siempre que puedo no lo olvido. Doy gracias al Rector Mayor que de todos los Salesianos de la Congregación, se fijó en mí para este servicio. Doy gracias también a las personas que han servido de mediación para que mi nombre llegara al Rector Mayor. A todos, agradecimiento.

Creo que de todos los Salesianos del mundo, seguramente habrá un buen grupo de hermanos que podían hacer este trabajo mucho mejor que yo. Somos elegidos, no por nuestros méritos o capacidades, sencillamente porque Dios ha querido.

Este servicio, en segundo lugar, lo estoy viviendo con ilusión. Al mismo tiempo, con responsabilidad. Cada día procuro prepararme, formarme, profundizar, leer, más todo lo que tiene que ver con María, con Don Bosco, con la ADMA, porque hay que ofrecer un servicio de calidad a todos los hermanos, asociaciones y devotos, y cercanos a nuestra Madre.

Lo estoy viviendo con ilusión, porque supone un nuevo desafío para un salesiano. Durante mi vida salesiana, he vivido a nivel inspectorial. Ahora tengo una responsabilidad con un nivel mundial. Les decía a algunos hermanos: Lo que en la Inspectoría María Auxiliadora (SMX) era algo muy grande, ahora es algo muy pequeño comparado con este servicio. Este servicio requiere conocer idiomas, entender husos horarios para concretar una reunión según el país. Son retos muy bonitos. Agradecimiento, ilusión y responsabilidad, son las tres palabras que definen esta primera parte de mi servicio.

Me he dedicado fundamentalmente a conocer la realidad de ADMA en el mundo. Partiendo del conocimiento de los animadores espirituales inspectoriales. Es este el grupo con el que estoy trabajando más directamente. A lo largo de estos primeros meses, he tenido una primera reunión por Regiones, con esos animadores espirituales inspectoriales, y otra reunión de manera individual, con los 96 que forman parte de todo el mundo, uno por uno. Cuál es su situación, sus necesidades, aquellos desafíos que encuentran, pero, sobre todo, un ponerme a disposición de las necesidades de las Asociaciones Locales. Es importante que esta encomienda que he recibido y esta tarea que se me ha confiado, sirva para servir, servir a los Hermanos, a las Asociaciones, y también a los devotos.

Por un lado, estoy trabajando con los animadores espirituales, y por otro lado, todos estos meses de pandemia, están sirviendo para gestar algunos proyectos nuevos que verán la luz a lo largo de los próximos meses. Algunos cursos sobre María Auxiliadora, concretamente sobre la Basílica de Valdocco, alguna página web que saldrá, que será publicada en alguna fecha mariana de este año o primeros del próximo, a nivel mundial. Y hay proyectos e ilusiones, porque estamos creando dinámicas, grupos… Son cosas que no se ven, porque son semillas, sembradas, preparándose para que poco a poco, a lo largo de los próximos meses, vean la luz. A esto me he dedicado: conocer ADMA, conocer a los Hermanos y ponerme a disposición.

Estamos haciendo un borrador, plan estratégico, para los próximos 4 años para la ADMA del mundo, elaborándolo.

En 2019, la ADMA Primaria de Turín celebró sus 150 años de existencia. ¿Qué supone llegar a esta efeméride? ¿Se percibe un impulso revitalizador dentro de las Asociaciones Locales en todo el mundo?

Celebrar 150 años de cualquier grupo, y más de una Asociación, tiene que ser un motivo de fiesta y de alegría. No toda la gente celebra 150 años de existencia y, sin embargo, ADMA hoy es mucho más que hace 150 años. Aquello que fue una Basílica aquí, en Valdocco, y un primer grupo, el que fundó Don Bosco en el año 1869, hoy es realmente es una realidad extendida por los cinco continentes.

Nosotros tenemos una estadística en la que tenemos contabilizadas 817 asociaciones de ADMA en todo el mundo. Con un total de más de 100 mil socios distribuidos por todos los sitios. 150 años, un grupo, una asociación. 150 años después, un auténtico crecimiento y una gran expansión.

Los grupos locales se están rejuveneciendo y revitalizándose. ADMA es una asociación en crecimiento, en expansión. Crece hacia adentro y crece hacia afuera. Crece en espiritualidad, con dos columnas: la devoción a María Auxiliadora y también a Jesús Sacramentado. Hacia fuera también, porque crece en solidaridad y en servicialidad. La realidad de ADMA hoy es mucho más rica, más hermosa y más grande que cuando la fundó Don Bosco. Por eso, estamos de fiesta. El 150 aniversario ha sido un motivo para celebrar, con peregrinaciones, acontecimientos, un encuentro a nivel de toda la Italia salesiana en el mes de octubre, con otros distintos eventos para recordar este acontecimiento. Ha habido una carta de parte del Rector Mayor, con motivo de la efeméride. Muchos eventos a lo largo del año pasado como para poder disfrutar todos de esta gran fiesta.

¿Cómo están actuando las Asociaciones en época de pandemia? ¿En qué se centran sus esfuerzos? ¿En la ayuda y solidaridad a las personas necesitadas, a los que peor lo están pasando?

La situación pandémica la estamos viviendo todos. Lo que me llama la atención positivamente es que ADMA no se ha quedado de brazos cruzados. Se ha puesto rápidamente las pilas, en marcha y ha trabajado en dos direcciones, como el movimiento del corazón, sístole y diástole. En primer lugar, ha intensificado la oración y los grupos han desarrollado momentos nuevos, creativos, o al menos, modos nuevos de seguir rezando, de seguir encontrándose. Ha habido realmente, como ha sucedido en otros muchos sitios, un boom tecnológico, momentos de oración, celebraciones retransmitidas, momentos de adoración, grupos que se unen para rezar el rosario; iglesias, parroquias, donde está la Asociación de María Auxiliadora, que se han visto invitados/as para poder llevar a todos los lugares y a todas las personas un momento de paz, de encuentro con el Señor.

Creo que ADMA ha hecho una contribución realmente grande, a través de pequeños audios, reflexiones, algunos encuentros virtuales, reuniones no presenciales han pasado a modalidad on-line. Esto ha sido un movimiento fundamentalmente para cuidar la relación con María y con Jesús.

Después, no ha quedado a un momento intimista en cada casa, sino que ADMA ha dado un paso y salir dando respuesta a las necesidades de tantas personas. Ha habido un sinfín de iniciativas solidarias, recogida de alimentos para las familias más necesitadas, colectas económicas para la gente más pobre, ayuda de todo tipo, elaboración de mascarillas en tantas asociaciones en el inicio de la pandemia y el déficit que hubo, servicio de todo tipo, ayudando a las personas más mayores llevándoles la comida, traslado de enfermos de un sitio a otro de manera gratuita.

Un gran número de iniciativas solidarias, concretas, generosas, que nos recordaban tanto el pasaje de María. Después del anuncio del ángel Gabriel, Ella se pone en camino a ayudar a su pariente Isabel. Lo mismo, ADMA ha sido y está siendo en esta pandemia la Visitación. Está siendo visitadora de tantas necesidades para llevar ayuda, alivio o una palabra de ánimo. ADMA está respondiendo en todo el mundo de una manera integral, por un lado la espiritualidad, pero por otro, la solidaridad en aquellas personas más cercanas y más necesitadas.

¿Cuál es la importancia de las ADMA actualmente? ¿Cómo puede ser más efectiva la transmisión de la devoción mariana y al Santísimo Sacramento en tiempos tan complejos, faltos de encuentros personales, del cara a cara, pero no del encuentro virtual?

Hoy, la Asociación tiene un desafío muy grande. Es reavivar en toda la Familia Salesiana la dimensión mariana. Lo ha dicho el Rector Mayor en la penúltima carta que escribió con motivo del 150 aniversario. La Familia Salesiana es una familia mariana y no se la puede entender sin la presencia de María. No se puede entender a Don Bosco sin María, a lo largo de su historia en tantas advocaciones, sobre todo, al final, con la de la Auxiliadora. Es un gran desafío, muy hermoso, los que nos sentimos hijos de María y socios de la Auxiliadora.

Es llevar, transmitir, y nosotros tenemos que llevar esto por la identidad, porque todos los que pertenecemos a la Familia Salesiana somos marianos. Pero también lo tenemos que llevar por responsabilidad. Fue Don Bosco el que nos dejó como herencia la devoción a la Auxiliadora. Siendo hijos, amigos de Don Bosco, estamos invitados a propagar y difundir la devoción a la Auxiliadora. Por espiritualidad… no se entiende sin María. Somos marianos porque María se presenta como figura para nuestra vida, María ha acompañado a lo largo de la historia todos los momentos más importantes de la vida de Don Bosco, porque la Virgen está presente en la historia de la Familia Salesiana. Las fechas más significativas dedicadas a la Virgen son las que van jalonando el desarrollo y la evolución de nuestra Congregación y nuestra Familia Salesiana.

Un desafío enorme para poder responder hoy a esta devoción mariana.

¿Cómo valoras los aniversarios que se están celebrando en 2020 y 2021 de Asociaciones como la de Utrera (125), Trinidad (125), Rota (50), Granada-La Alhambra (60 años en 2020)?

Estos acontecimientos son una gran ocasión y una gran oportunidad. Agradecer a tantas personas que a lo largo de tantos años han sido capaces de transmitir la devoción con una generosidad sorprendente, con una heroicidad asombrosa y con una ejemplaridad grandísima. Han sido hombres, mujeres, salesianos, laicos, fieles, de todos los lugares, los que han llevado a cabo esta devoción y este amor.

Realmente es la oportunidad que tenemos para enamorarnos más de nuestra Madre. La ocasión que tenemos para acercarnos a Jesús. De nada sirve que celebremos todos estos acontecimientos si al final no amamos a nuestra Madre y más enamorados del Señor.

Creo que es una ocasión también para hacer historia, hacer memoria, los orígenes de las Asociaciones, sus desarrollos… Recordar estas personas y, sobre todo, actualizar, llevar la Asociación al presente y contrastarla con lo que era Don Bosco.

Hoy el reglamento de la ADMA presenta unas directrices claras para desarrollar una devoción recia, bien cimentada, en nuestra Madre Auxiliadora. Creo que la fidelidad al pensamiento de Don Bosco pasa hoy por un desarrollo evangélico y salesiano del actual reglamento. Acudir al reglamento, creo que es, en estos acontecimientos, una oportunidad preciosa para decir ‘somos fieles a Don Bosco’. Hay una foto muy conocido en nuestra historia, cuando Don Bosco entrega el libro de las Constituciones a Don Cagliero, en aquella primera expedición misionera del 11 de noviembre de 1875. Don Bosco dijo no puedo ir con vosotros, pero sí que irán las constituciones. Un paralelismo: Don Bosco no está hoy presente, pero su reglamento está presente para poder llevarlo a cabo. Cumplir el reglamento es ser fieles también a Don Bosco.

Esta efeméride es una oportunidad. Ocasión preciosa para lanzar nuevos sueños. No podemos dejar esta invitación del papa Francisco a todos los salesianos del mundo a través del CG28: “Soñar y hacer soñar”. Tenemos que soñar con una ADMA que sea capaz de implicar a todo el mundo. Yo sueño con una ADMA donde tienen cabida chicos, jóvenes, familias y personas mayores. Sueño con una ADMA que es capaz de difundir y transmitir el amor a nuestra Madre Auxiliadora. Sueño con una ADMA que es solidaria, que las Asociaciones más desarrolladas, más numerosas, más capaces, ayuden a las Asociaciones más débiles, más pequeñas, más sencillas y más necesitadas. Sueño con una ADMA que está bien estructurada y organizada para mejor amar y mejor servir. Sueño con una ADMA que responde y quiera ser hoy lo que Don Bosco fuera hoy, en esta situación pandémica y la que vendrá después. Sueño, en definitiva, con una ADMA que pone al centro a María y a Jesús Eucaristía. Y poniendo a ellos en el centro no pueden faltar, para eso hay que prepararse, formarse, trabajar, pero con la ayuda de Jesús y con la ayuda de María, no nos podemos equivocar.

Daniel Díaz-Jiménez Carmona

150 años de cualquier grupo, y más de una Asociación, tiene que ser un motivo de fiesta y de alegría. No toda la gente celebra 150 años de existencia y, sin embargo, ADMA hoy es mucho más que hace 150 años. Aquello que fue una Basílica aquí, en Valdocco, y un primer grupo, el que fundó Don Bosco en el año 1869, hoy es realmente es una realidad extendida por los cinco continentes.

Nosotros tenemos una estadística en la que tenemos contabilizadas 817 asociaciones de ADMA en todo el mundo. Con un total de más de 100 mil socios distribuidos por todos los sitios. 150 años, un grupo, una asociación. 150 años después, un auténtico crecimiento y una gran expansión.

Los grupos locales se están rejuveneciendo y revitalizándose. ADMA es una asociación en crecimiento, en expansión. Crece hacia adentro y crece hacia afuera. Crece en espiritualidad, con dos columnas: la devoción a María Auxiliadora y también a Jesús Sacramentado. Hacia fuera también, porque crece en solidaridad y en servicialidad. La realidad de ADMA hoy es mucho más rica, más hermosa y más grande que cuando la fundó Don Bosco. Por eso, estamos de fiesta. El 150 aniversario ha sido un motivo para celebrar, con peregrinaciones, acontecimientos, un encuentro a nivel de toda la Italia salesiana en el mes de octubre, con otros distintos eventos para recordar este acontecimiento. Ha habido una carta de parte del Rector Mayor, con motivo de la efeméride. Muchos eventos a lo largo del año pasado como para poder disfrutar todos de esta gran fiesta.

¿Cómo están actuando las Asociaciones en época de pandemia?

R.- La situación pandémica la estamos viviendo todos. Lo que me llama la atención positivamente es que ADMA no se ha quedado de brazos cruzados. Se ha puesto rápidamente las pilas, en marcha y ha trabajado en dos direcciones, como el movimiento del corazón, sístole y diástole. En primer lugar, ha intensificado la oración y los grupos han desarrollado momentos nuevos, creativos, o al menos, modos nuevos de seguir rezando, de seguir encontrándose. Ha habido realmente, como ha sucedido en otros muchos sitios, un boom tecnológico, momentos de oración, celebraciones retransmitidas, momentos de adoración, grupos que se unen para rezar el rosario; iglesias, parroquias, donde está la Asociación de María Auxiliadora, que se han visto invitados/as para poder llevar a todos los lugares y a todas las personas un momento de paz, de encuentro con el Señor.

Creo que ADMA ha hecho una contribución realmente grande, a través de pequeños audios, reflexiones, algunos encuentros virtuales, reuniones no presenciales han pasado a modalidad on-line. Esto ha sido un movimiento fundamentalmente para cuidar la relación con María y con Jesús.

Después, no ha quedado a un momento intimista en cada casa, sino que ADMA ha dado un paso y salir dando respuesta a las necesidades de tantas personas. Ha habido un sinfín de iniciativas solidarias, recogida de alimentos para las familias más necesitadas, colectas económicas para la gente más pobre, ayuda de todo tipo, elaboración de mascarillas en tantas asociaciones en el inicio de la pandemia y el déficit que hubo, servicio de todo tipo, ayudando a las personas más mayores llevándoles la comida, traslado de enfermos de un sitio a otro de manera gratuita.

Un gran número de iniciativas solidarias, concretas, generosas, que nos recordaban tanto el pasaje de María. Después del anuncio del ángel Gabriel, Ella se pone en camino a ayudar a su pariente Isabel. Lo mismo, ADMA ha sido y está siendo en esta pandemia la Visitación. Está siendo visitadora de tantas necesidades para llevar ayuda, alivio o una palabra de ánimo. ADMA está respondiendo en todo el mundo de una manera integral, por un lado la espiritualidad, pero por otro, la solidaridad en aquellas personas más cercanas y más necesitadas.

¿Cuál es la importancia de las ADMA actualmente? ¿Cómo puede ser más efectiva la transmisión de la devoción mariana y al Santísimo Sacramento en tiempos tan complejos?

Hoy, la Asociación tiene un desafío muy grande. Es reavivar en toda la Familia Salesiana la dimensión mariana. Lo ha dicho el Rector Mayor en la penúltima carta que escribió con motivo del 150 aniversario. La Familia Salesiana es una familia mariana y no se la puede entender sin la presencia de María. No se puede entender a Don Bosco sin María, a lo largo de su historia en tantas advocaciones, sobre todo, al final, con la de la Auxiliadora. Es un gran desafío, muy hermoso, los que nos sentimos hijos de María y socios de la Auxiliadora.

Es llevar, transmitir, y nosotros tenemos que llevar esto por la identidad, porque todos los que pertenecemos a la Familia Salesiana somos marianos. Pero también lo tenemos que llevar por responsabilidad. Fue Don Bosco el que nos dejó como herencia la devoción a la Auxiliadora. Siendo hijos, amigos de Don Bosco, estamos invitados a propagar y difundir la devoción a la Auxiliadora. Por espiritualidad… no se entiende sin María. Somos marianos porque María se presenta como figura para nuestra vida, María ha acompañado a lo largo de la historia todos los momentos más importantes de la vida de Don Bosco, porque la Virgen está presente en la historia de la Familia Salesiana. Las fechas más significativas dedicadas a la Virgen son las que van jalonando el desarrollo y la evolución de nuestra Congregación y nuestra Familia Salesiana.

Un desafío enorme para poder responder hoy a esta devoción mariana.

Daniel Díaz-Jiménez Carmona

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ANS - “Agencia iNfo Salesiana” - es un periódico plurisemanal telemático, órgano de comunicación de la Congregación Salesiana, inscrito en el Registro de la Prensa del Tribunal de Roma, Nº. 153/2007.

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