La Vigilia Pascual en Iauaretê es muy característica. Iauaretê es un distrito misionero con 10 pueblos alrededor de la casa salesiana y cada pueblo está consagrado a un santo salesiano.
Como explica el padre Cappelletti: “En la noche de la Vigilia, cada pueblo enciende un gran fuego en la parte central y comunitaria. Simultáneamente se comunica el inicio con el sonido de las campanas de la iglesia principal, y los habitantes de cada pueblo encienden su vela en el fuego central y caminan hacia la parroquia. Los habitantes de los diez pueblos - continúa - llegan frente a la iglesia parroquial y forman un gran círculo frente al montón de leña preparado por el equipo de liturgia. Cada pueblo también trae consigo el nuevo cirio pascual. Durante el canto, todos con su propia vela, le dan fuego al gran montón de leña, desde el cual, durante la liturgia, se encenderán los 10 cirios de los pueblos y el cirio pascual de la iglesia principal.
Es un momento de gran espiritualidad y muy emotivo. Niños, adultos y ancianos, como signo de fe en Cristo Resucitado, dan su pequeño aporte de luz, como testigos de la Resurrección. En el 2017, celebré 37 bautismos durante la Vigilia Pascual. Digamos que la celebración duró un poco más de lo esperado (3 horas), pero fue realmente hermoso”, agregó el misionero.
El padre Cappelletti también quiso compartir una anécdota, de hace unos años, cuando celebró la Vigilia Pascual en el pueblo de la etnia Hupda, Santa Cruz do Cabarí.
“En 2018 celebré la Vigilia Pascual en el pueblo de la etnia Hupda, Santa Cruz do Cabarí. El Jueves Santo llegaron todos los habitantes de los otros pueblos Hupda del río Japú. Eran unas 700 personas. Pasé la noche del jueves, todo el viernes y todo el sábado confesando a estas personas; El 95% confesó en su propio idioma, que yo no conocía -explicó-. He confiado todo a la Misericordia de Dios, que lo sabe todo y todo lo perdona. Había traído un cirio tradicional de Pascua, pero para mi sorpresa, ellos, increíbles apicultores, habían hecho uno enorme con cera de abejas. Me conmoví. Por su tamaño lo trasladaron al centro de 'Nuestra Iglesia bajo las Estrellas' con una carreta de madera. Esa noche se celebraron 85 bautismos entre niños y adultos. Fue la Vigilia Pascual más hermosa que he vivido”.
Fuente: Missioni Don Bosco
