Para llegar a las personas más necesitadas, los misioneros salesianos trabajaron en sinergia con el “Don Bosco Educational Projects”, con el “Salesian Institute Youth Projects” y con otras organizaciones salesianas, que pudieron identificar a los más vulnerables en sus comunidades y hacerles llegar ayuda alimentaria. En total, 1.030 familias, con un impacto de 6.592 personas, recibieron alimentos en durante tres meses.
De estas ayudas nos da testimonio la señora Linda, de Ciudad del Cabo. Su esposo, que trabajaba a tiempo parcial como jardinero antes del aislamiento nacional, perdió su trabajo y Linda a menudo tenía que ir a comedores de beneficencia en busca de alimentos para dar a su familia. En estos meses solo sobrevivimos con raciones de pan y té negro. Cuando recibió la ayuda alimentaria de los Salesianos, Linda dijo: "El paquete de comida ha tenido un gran impacto en nuestra vida diaria. Puedo darle a mi familia una comida verdadera y ahorrar mis pocos centavos. Agradezco a los Salesianos por su amabilidad y por acordarse de los pobres".
Encambio en Eswatini, los kits de comida ayudaron a Tengetile, una estudiante que vive con sus abuelos, después de la muerte de su padre. Los abuelos, con su pensión, no lograban alimentarla adecuadamente y a menudo, la familia solo comía "papilla" de maíz. “Esta comida es un gran regalo de Dios - dijo Tengetile - estoy agradecida por estos kits, que hacen que mis abuelos se sientan más relajados y me permite mejorar la calidad de los estudios en la escuela”.
Los misioneros salesianos pudieron conseguir los fondos para continuar con la ayuda hasta principios de 2021, cuando se espera que haya repercusiones menos graves en el mercado laboral y que la población vuelva a una cierta normalidad.
Según UNICEF, la pobreza está muy extendida en Sudáfrica, con más del 63% de los niños que viven por debajo del umbral de la misma.
