Los egresados del colegio para el 2020 constituyen un grupo muy especial. Muchos no tendrán el año que soñaban, pero encontramos ejemplos de superación, unión y de preocupación. Los chicos del Don Bosco de Santa Fe no se quedaron de brazos cruzados, sino que los extendieron generosamente para recibir, abrazar, integrar y compartir.
Cuando se dispuso la suspensión de clases por marzo del presente año, la preceptora de 5to año, Victoria Cantero, planteó a una alumna crear un Instagram para sostener la comunicación entre los estudiantes y el centro educativo. La propuesta se envió por whatsapp y fue aceptada por 8 jóvenes que tomaron la responsabilidad.
“El objetivo principal fue que, mediante esta red social, tan utilizada por los jóvenes, se fortaleciera el vínculo entre los estudiantes del nivel secundario y el Colegio”, explica Leticia, la primera en aceptar el desafío.
“Las propuestas podrían ser de diversa índole; entretenimiento, información, entrevistas, juegos, sorteos y que tuvieran que ver con las personas de la Comunidad Educativa Salesiana.” Varios de los jóvenes asumieron estas tareas y además pensaron en “darle a esta iniciativa un fin solidario”, cuentan.
Con mente y corazón dispuestos a colaborar con todos aquellos que presenten carencias durante esta época de frío, presentaron la idea al P. José Lara (Fuyi) y al P. director, Adrián Botta, quienes apoyaron e incluso se comprometieron a proveer el espacio físico y los elementos que fuesen necesarios.
Leticia asegura que al principio no tenían demasiada confianza, “pero pasando los días fue un éxito, logramos juntar muchísimas prendas de abrigo, calzados y mantas”.
El trabajo fue segmentado en etapas, primero la recolección y almacenamiento, luego la limpieza y el arreglo de las prendas más descuidadas, donde implicaron a los miembros de cada una de sus familias.
“Esta etapa nos dejó tan contentos y gratificados que emprendimos el próximo desafío, más difícil y donde vamos a necesitar ayuda de algún adulto: la olla solidaria”.
Leticia comenta que, para llevar a cabo esta nueva instancia, era necesaria una colaboración mayor. Se sumaron 17 jóvenes a la nueva convocatoria y de esta manera emprendieron el proyecto de “olla solidaria”. La colecta comenzó y colaboraron muchas personas de la parroquia Don Bosco y personas desconocidas. Fueron tantos los kilos de arroz que llegaron que se proponen hacer la olla solidaria para julio y agosto.
Esta iniciativa es de mucha importancia que dejará huellas en nuestras vidas. En la medida que ayudamos nos enriquecemos y ponemos en práctica valores como la solidaridad, generosidad, humildad, amistad aliviando así esta triste situación en tiempos de pandemia”.