El 20 de marzo pasado el Papa Francisco había pedido al Departamento del Servicio de Desarrollo Humano Integral (DSSUI) que creara una Comisión para expresar la atención de la Iglesia hacia la humanidad ante la COVID-19, especialmente a través de la reflexión sobre los desafíos socioeconómicos y culturales del futuro y la propuesta de directrices para abordarlos.
La religiosa salesiana es la coordinadora de la tarea “Economía”, creada dentro del segundo grupo de trabajo de la Comisión del Vaticano, titulado “Mirando al futuro con creatividad”.
Siguiendo este mandato, en la conferencia de prensa de ayer titulada “Preparando el futuro, construyendo la paz en el tiempo de Covid-19”, la hermana Smerilli habló con el Card. Peter Kodwo Appiah Turkson, Prefecto del DSSUI y Presidente de la Comisión Vaticana para Covid-19; y Alessio Pecorario, Coordinador del Grupo de Trabajo “Seguridad”; e ilustró propuestas audaces pero posibles.
En primer lugar, ofreció un lúcido análisis del Covid-19 y sus efectos: “La pandemia ha revelado nuestras fragilidades... ha causado un aumento dramático de los suministros médicos esenciales... ha revelado el verdadero alcance de nuestra interconexión... La recesión económica que se está produciendo y que se producirá en todo el mundo causará el desplazamiento de millones y millones de puestos de trabajo”. La crisis económica y social podría tener dimensiones desastrosas".
Señaló: “Hay maneras de salir, pero requieren visión, coraje y colaboración internacional.... El Papa Francisco nos pidió soluciones creativas. Así que nos preguntamos: ¿qué pasaría si en lugar de hacer la carrera armamentista, hiciéramos la carrera hacia la alimentación, la salud y la seguridad laboral? ... ¿Tiene sentido seguir haciendo inversiones masivas en armas si luego no se pueden salvar vidas humanas por falta de atención sanitaria y tratamiento adecuados?
La hermana Smerilli no ignora que “el tema es más complicado de lo que parece. La carrera armamentista es un dilema que hace que los estados, por miedo a otros estados, o por querer sobresalir, sigan aumentando sus arsenales militares”.
“Pero... este tipo de carrera solo se detiene con una voluntad colectiva de autodelimitación. Necesitamos líderes valientes que muestren su fe en el bien común, que se comprometan a asegurar lo que más se necesita hoy en día. Necesitamos un pacto colectivo para dirigir los recursos a la seguridad, la salud y el bienestar”.