Como hace 150 años, Don Bosco sigue insistiendo a todos los que se consideren “Exalumnos”: “Lo que más les recomiendo, queridos hijos, es que donde estén sean siempre buenos cristianos y hombres cabales. Muchos de ustedes ya tienen familia, pues bien, hagan partícipes de la educación recibida de Don Bosco en el oratorio a vuestros seres queridos” (MB, 14, 511).
Carlos Gastini fue el impulsor de la tradicional Fiesta del Exalumno, cada 24 de junio. Don Bosco le había dicho: “Tú, Gastini, serás el juglar de los salesianos hasta los setenta años” y él se encargaba de recordarlo constantemente. Su amor y lealtad por la obra salesiana perduró hasta el último día de su vida.
Según las crónicas, Carlitos Gastini -junto a los demás “antiguos muchachos del oratorio” convirtió la fiesta a Don Bosco en una tradición que hoy sigue vigente. El festejo consistía en declamaciones y cantos, testimonios y anécdotas en honor a Don Bosco, además de una comida o un brindis con un momento de oración. El fin era dar gracias por la vida y la entrega de “papá Juan” (Bosco).
Gastini había dicho en una ocasión: “Nosotros somos todos de Don Bosco. Aquí no hay nada nuestro, todo es suyo” (MB XIII, 133).
Cuando nos encontramos, sentimos esa corriente eléctrica que nos hace sintonizar de inmediato por manejar los mismos códigos. Cada uno de los Exalumnos tiene experiencias personales cargadas de memorias y acontecimientos, de rostros de Salesianos, de compañeros y de educadores significativos, de ocurrencias y anécdotas como alumnos y alumnas; como oratorianos y oratorianas.
Subyace una cuestión común: el encuentro con el patio salesiano transformó las vidas de cada alumno. “Nos encanta la experiencia educativa que vivimos y quisiéramos que muchos también la experimenten: llevamos a los hijos, a los amigos y a la pareja a conocer esos lugares que fueron tan significativos en nuestra trayectoria vital. Es nuestra forma de mostrar el afecto y el agradecimiento”.
Ya no estamos en una casa Salesiana, pero nos quedamos con Don Bosco, porque él se quedó en nosotros para siempre.
El Rector Mayor, P. Á. F. Artime llama a todos los Exalumnos a “a ser ‘buenos cristianos y honrados ciudadanos’; a promover la dignidad humana y la identidad de la familia; a la práctica de la solidaridad en la Asociación y fuera de ella, especialmente en favor de los jóvenes más desfavorecidos”.