La cuarentena ha traído imágenes y situaciones jamás imaginadas a nivel mundial. Los que más sufren a causa de esta situación son los pobres, aquellos que trabajan para vivir. “Se calcular que son alrededor de 9 millones de personas que se encuentran en el nivel de vulnerabilidad que necesitan ese apoyo económico” según la ONPE (Oficina Nacional de Procesos Electorales).

“Ha transcurrido la primera semana de cuarentena y mucha gente necesitada se ha comunicado con la Fundación Don Bosco – comenta el P. Raúl Acuña, SDB – para pedir una ayuda”. En efecto, la disminución de la actividad económica y el deterioro de los pequeños negocios ha sido una verdadera tragedia. “Muchas familias, que antes de la cuarentena sobrevivían con sus ingresos y podía hacer pequeños ahorros, ante la parálisis total a nivel económico se han visto obligados a usar sus pequeños ahorros y gastándolos en su totalidad”, escribe el Sr. Marco Calderón de la Fundación Don Bosco.  

Desde la Fundación Don Bosco en el Perú, para atender las necesidades alimentarias de los chicos en las diversas casas de acogida y viendo otras necesidades, se han organizado equipos de emergencia. “En estos siete días hemos podido cubrir la cuota de alimentos y hemos podido compartir algunas cosas con familias pobres alrededor de las obras salesianas – explica el Sr. Calderón. Al iniciar la segunda semana, los pedidos se multiplicaron, las llamadas se hicieron permanentes… Qué duro ha sido decirle a la gente pobre que no tenemos nada para compartir y que hemos entregado todo en esta primera semana. Duele decir que no tenemos nada”.

A pesar de esta situación las empresas continúan ayudándonos para que poder distribuir a los mas pobres. Los muchachos que viven en la Casa de Acogida ayudan en esta loable tarea e incluso ayudan a las fuerzas del orden a repartir agua.

“Oremos hoy por las personas que empiezan a tener problemas económicos a causa de la pandemia, porque no pueden trabajar y todo esto recae en la familia. Oremos por la gente que tiene este problema”, ha rezado el Papa Francisco y somos conscientes que sus ruegos se hacen realidad.

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