Escribe Herminio Otero, responsable de la edicción:
« En la primera parte recopilamos diversas oraciones y gestos que el Papa propuso o realizó durante la pandemia, recalcamos el momento extraordinario de oración, ofrecemos otras claves y propuestas concretas y recordamos algunos peligros que señala a la hora de actuar.
En la segunda parte ofrecemos todas las intervenciones que el Papa tuvo durante la Semana Santa marcada por el coronavirus.
En la tercera parte nos centramos en Un plan para resucitar, la meditación que el Papa escribió para la revista Vida Nueva, una reflexión inédita en la que llamaba a contagiarse con “los anticuerpos necesarios de la justicia, la caridad y la solidaridad” con vistas a la reconstrucción en el día después de la pandemia. Es una hoja de ruta que el Papa regaló a los lectores de la revista, a la Iglesia y a la sociedad”.
Incluimos también las reflexiones y claves realizadas por diversas personas y las propuestas concretas referidas a diversos ámbitos, todas ellas aparecidas en el mismo numero de la revista Vida Nueva en que apareció el texto del Papa.
Para Czerny, las intervenciones de Francisco constituyen “un rico mensaje para la humanidad”, ya que apunta claves significativas para la reconstrucción y, a la vez, siembra esperanza en medio de tanto sufrimiento y desconcierto”. “El Papa habla, de un modo muy personal, lleno de sentimiento, comprometido y esperanzado, sobre las necesidades y los sufrimientos de la gente en diversas situaciones locales”, aunque teniendo a la vez un enfoque universal”.
El Papa propone, lejos del egoísmo y la indiferencia, una clave decisiva para el futuro inmediato. “Ha llegado también el momento de reflexionar sobre las actividades económicas y el trabajo. olver simplemente a lo que se hacía antes de la pandemia puede parecer la elección más obvia y práctica; pero, ¿por qué no pasar a algo mejor?”.
Y añade tres ingredientes más.
“La escucha, la contemplación y la oración son parte integrante de la lucha contra las desigualdades y las exclusiones, y a favor de alternativas que sostengan la vida”. El peligro que todos corremos es que no hayamos aprendido nada de la pandemia y volvamos a las andadas. Martín Gelabert decía el 6 de mayo de 2020 que “después del coronavirus habrá que volver a lo esencial”. Y resumía: “Los cristianos, sabemos cuál es el antivirus: el compartir, la compasión, el amor, el desprendimiento, la generosidad, las palabras positivas, en fin, el amor evangélico. ¿Seremos capaces de repartir ese antivirus, siempre necesario y siempre escaso?”
En nuestras manos está. Y esta obra quiere ayudar a ello ».
PPC Editorial, 200 páginas
