El Cacique de Meruri, José Mário manifestó que “es un honor recibir al X Sucesor de Don Bosco. Pienso que Don Bosco vive con nosotros en esta comunidad indígena. Para nosotros es un sueño que sus hijos generen esta semilla de paz. En el punto culminante del proceso de martirio del Padre Rodolfo y Simão Bororo hay una alianza entre los indios y los salesianos, religiosos y religiosas, en esta obra de itinerancia misionera y creo que la visita a nuestro pueblo es motivo de mucha celebración y alegría, de sentimientos que entrelazan la vida salesiana con nuestra vida”.
La primera etapa de la visita a tierra misionera finalizó con una oración en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús con la presencia del director de la obra salesiana de San Marcos y Meruri, el Padre Andelson de Oliveira, voluntarios, líderes indígenas, vocaciones, Hermanas Lauritas y los Salesianos que trabajan en las misioneras. “La sangre derramada sigue produciendo vidas en Dios”, fue el gran mensaje que dejó el X Sucesor de Don Bosco
Durante el diálogo con los salesianos el P. Á. F. Artime expresó: “Más que solo conocer estos lugares, quiero tocar la tierra de nuestros mártires y vivir la cultura de los pueblos. Pude visitar parroquias, escuelas y tener la oportunidad de conocer a hermanas y hermanos que viven, trabajan y dan sus vidas a estas comunidades. En el Vaticano se nos ve como una Congregación Misionera. Verdaderamente el carisma salesiano es misionero, es pastoral y es educativo. Tenemos más o menos 3.000 Misioneros Salesianos que trabajan en zonas de misión. En la historia de la Congregación se puede calcular un promedio de 14.000 misioneros que han entregado sus vidas. Estoy convencidos de que nosotros los Salesianos de Don Bosco, con la ayuda de las Hijas de María Auxiliadora y las Hermanas Lauritas, tenemos que pensar en los más pobres de la periferia del mundo”.