El año 2013, se había lanzado una bomba incendiaria contra la puerta de un convento de los salesianos y se habían escrito frases blasfemas en las paredes del complejo. El año 2015, el área del cementerio fue atacado nuevamente en el mes de diciembre, cuando unos desconocidos asaltantes habían arrancado las cruces de las tumbas y había destruido algunas estatuas.
Hace poco más de un año, en el mes de septiembre de 2017, algunos vándalos desconocidos atacaron la iglesia de Santo Stefano, en el mismo complejo que la comunidad de Beit Jemal, destruyendo estatuas y vitrales y lanzando al aire algunos objetos sagrados.
“Es una cuestión de abatimiento y enojo volver a vernos comprometidos y condenar estos actos criminales, repetidos muchas veces en los últimos años”, se escribía en un Comunicado de Prensa de la Asamblea de Ordinarios Católicos de Tierra Santa.
La policía israelí informó que habían iniciado las investigaciones.
La respuesta de la comunidad salesiana a este nuevo evento es la que usó Jesús mismo en la Cruz: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”, manifestaron los Salesianos de Don Bosco. Sin embargo, a pesar de que este tipo de ataques a los sitios sagrados es reiterativo, ha expresado el deseo de continuar en el sitio y seguir sirviendo a la comunidad local.