“Todos los días, en casa, ponemos a disposición de los muchachos todo lo que tenemos -dice Ilenia- desde nuestro profesionalismo, nuestro ser mujeres y hombres, nuestras fortalezas; pero a veces también con nuestras debilidades. Cuando llegué, lo que inmediatamente me llamó la atención fue el ambiente familiar que reinaba. Los muchachos sienten que este departamento es un hogar real y lo convierten en protagonistas activos y les permite desarrollar un potencial para su independencia”.
El GAF de Palermo es una estructura diseñada para acoger también a aquellos adultos jóvenes que, de acuerdo con la ley italiana, se ven obligados a abandonar sus hogares. En este lugar pueden continuar recibiendo apoyo para elegir la vida de adultos.
“El GAF Don Bosco - explica Mauro - es un lugar donde los muchachos enfrentan una vida cotidiana compuesta de pequeños compromisos y responsabilidades, un camino en el que a veces el peor enemigo son los fantasmas del pasado, las figuras de los adultos que están ausentes. Como educadores, adultos de referencia, tenemos una doble responsabilidad, tener éxito con las palabras y sobre todo con las acciones para restaurar la confianza y la esperanza en la vida”.
En Italia, hay unos 800 operadores calificados que trabajan todos los días dentro de la red de “Salesiani per il sociale”, que durante 25 años han elegido quedarse con los jóvenes y que han recibido menos de la vida. “Nuestros muchachos - concluye Ilenia - saben que creemos en ellos y lo nuestro no es solo un trabajo, sino que es una misión: porque su futuro nos interesa”.
La educación es cosa del corazón... ¡pero también de profesión! No se improvisa, especialmente cuando estás al lado de jóvenes que han tenido que enfrentar dificultades personales o familiares en la vida.
Para obtener mayor información, visite el sitio de “Salesiani per il Sociale”