A los educadores ofreció el X Sucesor de Don Bosco ofreció un mensaje de gratitud - a nombre de Don Bosco - por “esta obra de arte que están realizando en estos muchachos y jóvenes”. Juntos, salesianos y laicos -dijo también el Rector Mayor- “estamos compartiendo una misión preciosa”.
Más tarde, en el santuario nacional de San Juan Bosco, el P. Á. F. Artime, se reunió con los representantes de la Familia Salesiana. Reconociendo el carisma común y lo específico de cada grupo. Invitó a los presentes a tener las “puertas abiertas” en alusión a la necesidad de no actuar como grupos cerrados, actuando por el contrario con un “corazón preparado para ir al encuentro del otro”. Insistió en la “comunión entre nosotros”, un testimonio al que todo miembro de la Familia Salesiana está llamado a dar. Y por último: insto a “seguir creciendo”, en alusión a la tarea de que cada rama de la Familia Salesiana está llamada a seguir floreciendo.
Al centro de la jornada se vivió la Eucaristía con la presencia de 60 salesianos sacerdotes y la presencia de muchos jóvenes del MJS.
En la Ciudad del Niño Don Bosco, el X sucesor de Don Bosco dejó que los jóvenes del MJS presentaran reflexiones y testimonios. El Rector Mayor se refirió a algunos desafíos y sueños. A quien le hablara de la importancia que ha tenido en su vida participar en un oratorio, el P. Ángel invitó a colaborar para que otros chicos puedan vivir lo que vivió en el oratorio. Quien habló de su experiencia como voluntario en Bolivia, manifestando también su deseo para seguir siendo voluntario, ahora en un contexto más desafiante como pudiera ser Siria; el Rector Mayor le invitó a seguirse preparándose -por ejemplo con el aprendizaje del árabe- dada lo indispensable de hablar la lengua para ofrecer el propio aporte en aquellas tierras.
