El Santuario de San Juan Bosco, en Brasilia, que pertenece a la Inspectoría “San Juan Bosco” de Brasil-Belo Horizonte (BBH), recibe diariamente a turistas de muchos países, ofreciéndoles el encanto de la contemplación y favoreciendo la elevación del pensamiento a Dios, gracias a sus resplandecientes vitrales azules y a la atmósfera de oración que propician esta experiencia.
Construido en 1963 e inaugurado el 23 de mayo de 1970, fue oficialmente elevado a santuario el 27 de agosto de 2017, y desde entonces la comunidad salesiana se ha comprometido aún más a difundir entre la población local la importancia y el significado de este templo sagrado.
La arquitectura, que combina elementos modernos y góticos, las numerosas imágenes sagradas, las actividades litúrgicas, la oferta de los sacramentos, los conciertos musicales, las vigilias juveniles, la formación inspectorial, el campamento juvenil en agosto y los encuentros de los grupos juveniles de monaguillos y de la Juventud Misionera Salesiana son realidades ofrecidas por el santuario como experiencias de encuentro con Dios. Y, de hecho, este encuentro ocurre diariamente para miles de fieles y devotos que lo frecuentan, así como para los diversos presidentes, embajadores y autoridades locales, civiles, eclesiásticas y militares que lo visitan en ocasiones festivas, siendo además un punto de referencia internacional.
Con el regalo, en 2017, por parte de la Congregación Salesiana del relicario que contiene el hueso del radio del brazo derecho de Don Bosco –réplica de aquel ubicado en Turín junto a los restos del Santo de los Jóvenes en la Basílica de María Auxiliadora–, el santuario experimentó un notable crecimiento en la veneración por parte de los fieles que transitan por él, así como un creciente aprecio entre los devotos y peregrinos apasionados por Don Bosco.
La cripta construida y dedicada a San Juan Bosco se ha convertido para la Familia Salesiana y los devotos en un lugar especial de veneración y oración, buscando la intercesión del Padre y Maestro de los Jóvenes.
Por último, debido a su importancia histórica para la Iglesia y su sueño profético de 1883, Don Bosco es celebrado litúrgicamente como patrono secundario de la arquidiócesis de Brasilia. Sin duda, el sueño profético de Don Bosco, asociado a Brasil y a la construcción de su capital entre los paralelos quince y veinte, seguirá marcando a las generaciones.
En 2024, el santuario recibió el premio UPIS (Unión Pionera para la Integración Social) por el Turismo Religioso en Brasilia. Este reconocimiento destaca la acogida, la evangelización y el fuerte posicionamiento del turismo religioso en la capital federal de Brasil.
Padre João Carlos André, SDB
Rector y párroco del santuario