El Padre Amelito Narciso Racelis, Vicario Inspectorial de la Inspectoría de Filipinas Sur (FIS), compartió su experiencia, durante la homilía que pronunció durante una de las misas programadas durante el retiro.
"Durante este retiro guiado, nos hemos nutrido no solo del Pan de Vida de la Eucaristía diaria, sino también de la Palabra de Vida que nuestros guías espirituales nos sugerían para la reflexión, en la oración", explicó, "ha sido una experiencia reparadora, verdaderamente iluminadora y nutritiva para el alma. Me apetece tomar prestadas las palabras del salmista en la liturgia de hoy: '¿Qué pagaré al Señor por lo que me ha dado?".
"Estamos muy agradecidos al equipo por haber puesto en marcha esta Escuela y por haber organizado una versión en inglés de este programa, justo aquí donde nuestro Padre Espiritual, Don Bosco, nació y aprendió los fundamentos del acompañamiento espiritual", continuó, "me siento verdaderamente bendecido por haber participado en este programa y espero que todos los Salesianos, o al menos muchos otros hermanos, tengan la oportunidad de vivir una experiencia formativa similar a esta".
El Padre Racelis añadió: "Este retiro me ha confirmado que una de las características de un buen líder espiritual es su extrema sensibilidad al Espíritu Santo. Nuestra oración es que la Congregación tenga pronto muchos más guías espirituales competentes para ayudar a los jóvenes a descubrir su verdadera vocación en la vida y para ayudar a otros hermanos a discernir la voluntad de Dios, a perseverar en su vocación y así producir muchos más Santos para la Iglesia y la Congregación, para la gloria de Dios y la salvación de las almas".
Ahora, para los participantes en la Escuela Salesiana de Acompañamiento Espiritual, se abre la tercera semana y está previsto, en esta fase, visitar los lugares de Don Bosco, es decir, aquellos lugares donde él mismo aprendió a ser acompañado, a discernir y a seguir la voluntad de Dios.