Comenzó su presentación describiendo la importancia de la construcción de la marca del Boletín Salesiano, que ofrece su propia identidad y patrimonio.
"El Boletín Salesiano no es sólo una revista, sino una carta de identidad de la Familia Salesiana en el mundo", dijo en su discurso de apertura. Habló de lo diferente que es el Boletín Salesiano de otras revistas, haciendo hincapié en la necesidad de construirlo como una marca internacional única y a la altura de marcas mundialmente conocidas como Coca Cola, Ferrari, Tiffany, etc. Mostró Boletines Salesianos de diversas partes del mundo y preguntó a los presentes si podían identificarlos como una marca única. Resultó que eran diferentes entre sí, por lo que el deseo de construirla como una sola marca se convirtió en una necesidad. Sugirió a los presentes que mantuvieran cierto protagonismo en el mercado abrazando los cambios de estos tiempos, pero también les advirtió de que es importante tener cuidado de no perder la identidad Boletín Salesiano al pasar por una transformación de este tipo.
Flavia Trupia preguntó al público: "¿Cómo debe ser una marca?". Inmediatamente dio una breve lista de criterios para responder: debe ser clara, distintiva y relevante. También ofreció varias pistas que podrían utilizarse para construir el Boletín Salesiano como una marca única. "Una marca debe centrarse en su 'ser' más que en lo que tiene y lo que representa", afirmó rotundamente. Una marca es delicada y crea diversas emociones opuestas, como amor-odio, interés-indiferencia, etc. Una marca se compone de acciones y debe ser recordada incluso en su ausencia. Puede generar confianza o desconfianza entre el público, por lo que nos ganamos a los destinatarios con nuestra coherencia y enfoque. A continuación habló con fuerza de cómo una marca debe distinguirse de sus competidores. Cuanto más se distingue, más se la aprecia. No debemos equiparar una marca con el marketing; es un mensaje bien dirigido. Cuando nos fijamos en el producto de la comunicación, estos parámetros definirán el producto. Una marca no debe imponerse, sino estar abierta a la retroalimentación.
"El Boletín Salesiano no es sólo una revista, sino un proyecto de comunicación para la Familia Salesiana", dijo Trupia, y continuó comparándola con el sistema solar. Según ella, el BS es como el sistema solar en torno al cual giran tantas actividades como la educación, el deporte, el acompañamiento y varias otras iniciativas. Los miembros de la Familia Salesiana son los principales usuarios y patrocinadores del Boletín Salesiano. Debemos construirlo como una marca única, teniendo en cuenta todos estos elementos.
Hablando de cross-media, Flavia Trupia señaló el proceso de ideación, producción, distribución y promoción. Cada vez es más necesario hacer una promoción de 360 grados. Esbozó algunas ideas para construir el Boletín Salesiano como una gran marca, que fue el centro de su presentación. Habló de la importancia de presentar historias que toquen al público, historias comunes y evitar así la autorreferencialidad. Resaltó la importancia de presentar las historias concretas de los jóvenes de nuestras obras en lugar de una información estática sobre las casas salesianas. Estas historias deben escribirse desde la perspectiva de las personas para las que escribimos.
Flavia Trupia habló de la importancia de "trabajar en red". Los Salesianos están repartidos por todo el mundo y tenemos la oportunidad de contar las historias de los jóvenes de todo el mundo". Hizo hincapié en que "debemos narrar las historias de los jóvenes, su expresión artística, su sensibilidad por el medio ambiente y, por supuesto, escribir sobre los pobres, los necesitados y las experiencias de los misioneros salesianos".
Hablando de la portada, insistió en que los Responsables de los Boletines Salesiano deberían utilizar fotos vivas y dinámicas en lugar de imágenes de archivo. Cada imagen tiene algo especial que comunicar al mundo. También sugirió que cada portada anticipe el contenido del interior.
En cuanto a la identidad visual, Flavia Trupia comentó la importancia de realizar una cierta evolución en los gráficos, logotipos y diseño ajustándolos al tiempo actual. Los clichés y los elementos visuales no deben hacer del Boletín Salesiano un producto distante y sin actualidad. Sugirió que imágenes como "un cura sonriendo con los chicos en el oratorio, un niño bailando, una niña tocando un instrumento musical" pueden resultar más atractivas que algunas imágenes de un edificio u otra realidad estática.
Flavia Trupia también habló de la importancia de escribir en el contexto actual. Dijo a los Responsables que no pueden dar por sentado el público para el que escriben.
Una de sus ideas que llamó la atención del público fue cuando habló de "marginalidad y orgullo". Tendemos a ocultar la vulnerabilidad y las imperfecciones de las personas y tendemos a resaltar sólo a algunos de los que tienen éxito. Animó a celebrar la vulnerabilidad de las personas y sentirnos orgullosos de ellas.
Concluyó su discurso afirmando que la comunicación está en constante cambio y que debemos evolucionar constantemente sin comprometer nuestra identidad carismática.
