El asesoramiento ofrecido ayuda a los jóvenes a comprender por qué están en el centro y les ayuda a elegir el comportamiento adecuado. También se apoya y acompaña a los jóvenes en la exploración de sus aspiraciones futuras y se les anima a estudiar con empeño y a beneficiarse de las lecciones que se imparten en el centro.
A los que van bien en la escuela se les enseña el dialecto local, mientras que a los jóvenes que no destacan en la escuela se les forma en trabajos como la pesca y la agricultura, con la oportunidad de ver qué es lo que más les conviene. Así pues, el asesoramiento psicológico ayuda a ambos grupos de estudiantes a encontrar el camino que más les conviene.
Además de las intervenciones psicológicas individuales y de grupo, el "Don Bosco Child Protection Centre" ofrece cursos de informática, alfabetización básica y cursos adicionales de fotografía, teatro y natación. Después de cada sesión, se asignan deberes para fomentar el compromiso con la educación.
"En sus todavía cortas vidas, los niños alojados en el centro se han enfrentado ya a muchos retos y el apoyo psicológico es esencial para garantizar el éxito de la reunificación familiar", explica el Padre Timothy Ploch, Director Interino de 'Salesian Missions', con sede en New Rochelle, EE.UU. "En los centros salesianos, los jóvenes tienen acceso a los servicios de apoyo que necesitan para iniciar el proceso de rehabilitación, reunirse con sus familias y volver a la escuela, donde pueden empezar una formación profesional", añade.
Según UNICEF, aunque la economía de Ghana sigue mejorando, casi el 45% de la población vive con menos de un dólar al día. La pobreza rural sigue siendo generalizada en la árida región de la sabana, que abarca cerca de dos tercios del territorio septentrional de Ghana. Las pequeñas explotaciones agrícolas adolecen de infraestructuras y equipos, ambos necesarios para pasar de una agricultura de subsistencia a una agricultura comercial más moderna, que produciría mayores ingresos y permitiría salir de la pobreza.