Después de la primera acogida de los feligreses de la parroquia dedicada a Santa Maria Assunta, en Nongpoh, el Rector Mayor se dirigió al aspirantado salesiano de Nonglakhiat, recibiendo la calurosa bienvenida de los alumnos del centro, el futuro de la Inspectoría. “No hay razón para quedarse aquí si no se tiene una relación cercana a Jesús”, les recordó el 10º sucesor de Don Bosco, animándolos también a pensar en ser ellos mismos misioneros.

Alrededor de las 16 horas, en medio de la alegría y el entusiasmo que trajo la banda del " Savio Juniorate", el Rector Mayor llegó a la Casa Inspectorial salesiana de Mawlai, rodeado de sus hermanos y miembros de la Familia Salesiana.

En su discurso en la Casa Inspectorial, manifestó su deseo de tener muchos momentos para vivir juntos como comunidad y recordó que la efeméride del centenario es una gracia única, un momento histórico para agradecer a Dios por la expansión del Reino operado a través de los salesianos en esa parte del país.

Contó los esfuerzos y desafíos que enfrentan los misioneros, considerándolos una obra extraordinaria, e invitó a todos los presentes a reflexionar que ahora les toca a cada uno de ellos continuar con la labor de difundir la Buena Nueva en la región.

Después de haber tenido un encuentro con los miembros del Consejo Inspectorial, el padre Ángel fue al Estudiantado Teológico del Sagrado Corazón, también en la zona de Mawlai, para un encuentro con todos los salesianos de la Inspectoría.

El diálogo comenzó con una oración vespertina; luego el Inspector INS, padre Paul Olphindro Lyngkot, dio la bienvenida oficial al Rector Mayor, al Consejero General para las Misiones, padre Alfred Maravilla, y al Consejero Regional para el Sur de Asia, padre Biju Michael, mientras que el padre Philip Barjo, Director del Estudiantado Teológico ofreció una visión general de la comunidad, que actualmente alberga a un total de 90 estudiantes.

El Rector Mayor comentó que quedó edificado para la gran representación de salesianos en el encuentro. En su discurso observó que todo el mundo salesiano mira con alegría y admiración a la Región Salesiana de Asia Sur, y nos invitó a mantener siempre dos referencias esenciales: el nombre de Don Bosco, que significa tanto para esa región, y los pobres como destinatarios privilegiados de la misión. Por el contrario, el Rector Mayor indicó, especialmente a los estudiantes de Teología, que no busquen otra cosa que los jóvenes más pobres.

Habló de la importancia de saber leer los signos de los tiempos y conocer las Escrituras, dos brújulas para la orientación salesiana; indicó también las diferencias entre las diversas Regiones: una Europa con pocos novicios, pero con un fuerte laicado salesiano; o una Región Asia Sur con pocos salesianos coadjutores, que entretanto podría beneficiarse de la gran bendición del primer santo salesiano no mártir, el coadjutor Artemide Zatti. También aseguró que la Congregación es un cuerpo vivo y que después de casi 9 años como Rector Mayor, “estamos respondiendo carismáticamente a lo que Don Bosco quiere de nosotros”.

A continuación recordó que si un salesiano no tiene un corazón cálido y compasivo, lleno de misericordia, no puede ser un verdadero salesiano. Un verdadero salesiano, dijo, arde en pasión por la misión de la Congregación. Otro comentario de gran importancia del Rector Mayor se refiere a la opción misionera: el padre Ángel informa que en los últimos 3 años de 3.000 salesianos sólo dos de la Región Asia Sur han optado por la misión ad gentes; “Es un pecado salesiano”, afirmó. Por eso animó a los presentes recordando que Don Bosco tenía pocos hermanos a su disposición cuando envió a 13 salesianos a las misiones ad gentes.

Así, concluyó, ellos también podían dar libremente lo que recibían gratuitamente de los 406 misioneros que trabajaron y se afanaron en esta parte del continente.

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