Las organizaciones cristianas firmantes se declaran profundamente comprometidas con la salvaguarda de la dignidad inviolable de la persona humana, creada a imagen de Dios, con el bien común, la solidaridad mundial y la promoción de una sociedad que hospeda a los extranjeros y valora la libertad, la seguridad y justicia.
Desde el estallido de la guerra, "muchos de nuestros miembros han respondido al éxodo de Ucrania, creando estructuras de apoyo, abriendo las puertas de parroquias, casas particulares o instituciones eclesiásticas de toda Europa, enviando apoyo en gran escala a los países fronterizos y en Ucraina donde aún posible”, indica el comunicado.
Ahora las organizaciones cristianas en Europa señalan varios pasos que es necesario dar a nivel político y práctico para responder a la emergencia, conscientes del valor enorme de la solidaridad espontánea mostrada por muchos sujetos, pero que la actividad de tantos voluntarios no puede suplir el “apoyo y coordinación necesaria, que es y debe seguir siendo responsabilidad del Estado”.
Los firmantes apoyan la decisión del Consejo de la Unión Europea, que permite activar la DPT e introducir directrices operativas para facilitar el cruce de las fronteras en los confines UE-Ucrania; y también acogen con beneplácito la movilización y la flexibilidad de la financiación de la UE para abordar las necesidades de los refugiados ucranianos, así como la adopción de un enfoque pragmático destinado a ayudar a los refugiados, por ejemplo, permitiéndoles elegir a qué Estado miembro de la UE puedan ir.
“Estas prácticas y políticas muestran que Europa puede ser campeón en la protección de los refugiados si así lo desea”, señalan las organizaciones cristianas. Estas hacen además un llamamiento a las instituciones de los distintos Estados y a la UE, para que la DTP se aplique de forma armonizada, coherente con los principios que la animan y en todas sus implicaciones, incluyendo así también los derechos de los refugiados en lo que respecta al acceso al trabajo, reconocimiento de títulos, vivienda, sanidad, educación...
Además, la declaración brinda otras sugerencias sobre aspectos relevantes, como por ejemplo, los criterios para la redistribución de refugiados entre los países de la UE; la necesidad de una especial atención a los segmentos sociales de mayor riesgo (discapacitados, mujeres, gitanos, menores no acompañados...); la distribución y acceso a los recursos asignados para la emergencia; apoyo y control en la recepción de refugiados en alojamientos privados, etc.
La declaración incluso sugiere un compromiso para estigmatizar cualquier discurso de odio hacia los ciudadanos rusos, distinguiéndolos del régimen agresor que desató la guerra; y finalmente invita a no desatender durante esta emergencia, a otros grupos de refugiados merecedores de la misma protección.
El texto completo de la declaración está disponible, en inglés, en el siguiente link.