Tras un instante de descanso, la jornada continuó con un momento de análisis y definición de desafíos y tareas.
El P. Inspector Carlo Lira señaló que “revisamos el acta anterior para ver los desafíos y acuerdos que habíamos llegado y ver si se habían tomado en cuenta. Luego tuvimos un encuentro con el equipo formativo que nos mostró el trabajo del año, viendo los focos de atención planteados y algunas situaciones positivas, como que el equipo de formadores ahora tiene supervisión externa”.
Complementó que “el desafío siempre es ayudar a cada joven personalizar su proceso, si bien todos se están formando y hacen cursos similares, según el currículum de su formación teológica ofrecido por la universidad, la idea es personalizarlo y vivirlo según cada realidad. Para eso hemos pedido que se refuerce el acompañamiento personal con el acompañante, el coloquio, el director y con procesos terapéuticos que ayuden en la toma de conciencia. Hay evaluaciones, talleres y también acompañamiento psicológico cuando se requiere”.
Tras la presentación y reunión con toda la comunidad del Teologado, se realizó un trabajo por Inspectoría, donde cada Inspector pudo dialogar con los formandos sobre el proceso formativo.
El P. Ángel Lazo, Vicario del Inspector de Salesianos Ecuador, señaló que el Teologado “es un lugar muy bonito y apropiado para que nuestros hermanos hagan la experiencia del estudio de la Teología. Culturalmente es un ambiente agradable, compartir con las personas y en la universidad. Creo que es una gran riqueza para quienes venimos de afuera”.
Además enfatizó que “el desafío de ellos es un crecimiento humano y de fe, pero también configurarse con Cristo buen pastor, para ser sacerdotes para los jóvenes”.
Darío Ortíz, hermano en formación que lleva un año y medio en el Teologado, declaró que su estancia “ha sido una linda experiencia, al ir conociendo a la gente y el proceso formativo uno se va adaptando, y con el cariño de la gente uno se siente mucho mejor”.
Tras una reunión conclusiva donde participó toda la comunidad, se dio cierre con una Eucaristía.
FUENTE: Comunicaciones Salesianos Chile