Monseñor Eduardo Muñoz en su homilía, señaló que “la acción del Espíritu Santo no solamente se recibe, sino que hace su obra en nosotros”, precisando la necesidad del ser conscientes de que este Espíritu obra en cada uno. Después se dirigió a los jóvenes salesianos, con la pregunta: “¿La acción del Espíritu por este sacramento, realmente, les sigue transformando?”, seguido de la interrogante, les recordó las palabras de san Pablo: “Que el mismo Dios quien ha iniciado esta obra la vaya planificando y la lleve a su término”.

Uno de los momentos más significativos del rito de ordenación fue la postración de los candidatos al sacerdocio y al diaconado, mientras la asamblea cantó las letanías de los santos. En la Eucaristía, los ordenandos, estuvieron acompañados por sus familias y numerosos jóvenes provenientes de distintas obras salesianas.

Para finalizar la misa, el neo sacerdote, Carlos Miguel, agradeció a los presentes por su acompañamiento amoroso y dirigió un mensaje: “el acontecimiento de hoy marca nuestra vida, pero también la historia que estamos viviendo sella el acontecimiento”, esta última parte haciendo referencia a “entregar la vida”, frase ejemplificada en el acontecimiento de los sacerdotes jesuitas asesinados en los últimos días, “ellos nos recuerdan que seguimos a un Pastor crucificado y un Rey con un paño para lavar los pies”.

salesianosmeg.net

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