¿Cómo surgió la idea de Casa “Artémide Zatti”?
La Ratio, que es el documento que rige la formación de los salesianos de Don Bosco, describía un bienio de formación específica teológica-pastoral para los Salesianos Coadjutores, y poco a poco se han organizado casas en diversas partes de mundo, sobre todo una casa de formación para cada región. En Europa, las dos regiones han tenido una única casa de formación para coadjutores, tradicionalmente ubicada en Valdocco que hace unos años tuvo que cerrarse por diversos motivos. Actualmente el Consejo General de los salesianos han decidido abrir una nueva experiencia en Martí-Codolar, en Barcelona.
¿Quiénes son los destinatarios?
Son aquellos hermanos coadjutores que se encuentra en el año previo para su Profesión Perpetua, por lo tanto, ya han hecho el noviciado, posnoviciado y el tirocinio, y ahora, antes de los perpetuos vienen a Casa Zatti, en la cual estudiarán dos años de teología-pastoral, y se preparan espiritualmente para la profesión perpetua.
¿Cuántos salesianos esperan recibir este año?
Este año se inicia con cuatro salesianos, Daniel Imriska (SLK), Travis Gunther (SUE), Gabriele Calabrese (ICC), Luis Javier Barajas (SSM) y continuarán todavía un año más. El segundo año esperamos recibir 2 o 3 coadjutores más que vendrán a iniciar su primer año.
¿Cuántos formadores acompañarán a los hermanos salesianos?
De momento seremos dos formadores, Manuel Rupérez, de la inspectoría de Madrid, un joven coadjutor que ha sido misionero, pero que por motivos personales ha tenido que regresar a España unos años, y estará al menos dos años acompañando a los hermanos, y un servidor.
¿Quién es el responsable de esta casa de formación?
El Rector Mayor, a través del dicasterio de la formación, me encargó en el verano de 2017 poner en marcha esta casa de formación. El motivo es muy simple, ya que soy el director del Instituto Superior de Ciencias Religiosa de Don Bosco, y como han pensado en esta casa en coordinación con el Instituto, me ha tocado ponerla en marcha.