Las autoras presentaron en el III Congreso de la Delegación Argentina de la Asociación de Lingüìstica y Filología de América Latina (Alfal), un análisis de la documentación de la lengua selk`nam realizada por sor Rosa, quien compiló un vocabulario alrededor de mil expresiones, ordenados alfabéticamente, y destacaron la importancia de este registro para el conocimiento del habla de las mujeres en ese período.
Es verdaderamente una riqueza encontrar estos documentos, que en medio de una cultura dominada por los varones y donde la visión de la mujer se limitaba a un servicio domésticos; se puede valorizar el trabajo de una religiosa que supo integrar cultura y vida, ciencia y vida cotidiana. En este aspecto “la documentación de Sor Rosa Gutiérrez fue intuitiva, contó con pocas herramientas metalingüísticas y se basó en percepciones influidas por la fonética del español. No obstante, en esa «tierra de hombres», dominada simbólicamente por estos encargos de gestión y con acceso a actividades científicas y de divulgación de la Congregación, sor Rosa realizó un registro con características que lo distinguen de los de sus contemporáneos salesianos varones”, afirma Nicoletti. La conclusión surge de la comparación con los registros que paralelamente realizaron en esos años sobre la misma lengua, los sacerdotes Giovanni Zenone, Fortunato Griffa y Giuseppe Beauvoir.
En el trabajo, las autoras describen el contexto en que se elaboró el registro, sobre la base de fuentes de la época y a la luz de una nueva mirada historiográfica de género.
En la lengua selk’nam el género es una categoría muy importante; Nicoletti y Malvestitti confirmanla hipótesis de que sor Rosa anotó variantes de género propias del registro oral de sus interlocutoras. “No se trata de un ‘génerolecto’ en sentido sociolingüístico, en tanto las marcas gramaticales son obligatorias; pero su recolección permite acceder a esta morfología que en otros registros de la época está sesgada según las expresiones de hablantes hombres”, explica Malvestitti. Además, entre los verbos destacan los relativos a tareas que llevaban adelante las mujeres en esa etapa de la misión, en particular la costura y el hilado (Coser Olión¸ Lana Páje); también en la recopilación se registran numerosas voces adjetivas que denotan características o actitudes de las mujeres y niñas (Compasiva Báje; Inquieta Aán); se encuentran expresiones relativas a los objetos, actividades y conductas que se incorporaban en este espacio aculturador, así como neologismos (Bandera Olimtán; Oración Llevie’). De esta manera, es posible acercarse a las condiciones en las que convivían, en un ámbito asignado a las mujeres, las religiosas y las indígenas en ese –entonces– remoto territorio.
Según Nicoletti, “el interés lingüístico desarrollado por sor Rosa fue, aparentemente, algo extraordinario”, en tanto no han ubicado otras menciones o registros de otras documentaciones sistemáticas de mujeres de esa congregación.
La participación de sor Rosa como recopiladora fue resaltada por Antonio Tonelli en su Grammatica e glossario della lingua degli Ona-Selknám della Terra del Fuoco publicada en 1926, donde apareció la primera mención al vocabulario Quaderno de palabras onas. En cambio, no fue recordada en los catálogos de lenguas fueguinas de otros autores, ni en las publicaciones salesianas previas sobre este idioma, en las que, según refieren Nicoletti y Malvestitti, sería posible detectar vocablos provenientes de su registro, sin hacer mención de su recopiladora.
María Andrea y Marisa Malvestitti son integrantes el proyecto PICT 2015-1507 Tecnologías de papel. Patrones para la documentación y comunicación científica en los estudios de lenguas indígenas de Patagonia y Tierra del Fuego (1860-1930).
Fuente: elciudadanoweb.com