Queridos amigos,
Quiero dar las gracias a todos los que se han unido y han estado muy cerca de nosotros en estos momentos de tensión. Les agradezco su preocupación y sus oraciones.
El Cardenal Malcolm Ranjith ha sido excepcional en la guía que ha realizado en este período de pruebas y sufrimientos. Pidió a los católicos que mantuvieran la calma y que no recurrieran a la violencia como represalia. Inició el diálogo interreligioso. Los esfuerzos por ayudar a las víctimas se vieron gravemente obstaculizados por las restricciones a la circulación y las medidas de alta seguridad en los alrededores de los lugares pertinentes, incluidos los lugares que fueron atacados. El permiso para visitar y ofrecer apoyo pastoral a los sobrevivientes se limita a unos pocos sacerdotes y religiosas, la Cruz Roja, psiquiatras y consultores calificados por el gobierno.
Se ha abolido el toque de queda en toda la isla, con la excepción de algunas partes de la Provincia Oriental, donde se encuentra el grupo responsable de los ataques. El 30 de abril, el Presidente de Sri Lanka ordenó el levantamiento de la prohibición del uso de los medios de comunicación social, haciendo un llamamiento a la opinión pública "para que haga un uso responsable de los medios de comunicación social, incluso si la prohibición se ha levantado, dada la situación en el país".
La vida está volviendo gradualmente a la normalidad, a pesar de la posibilidad de nuevos ataques. (....) Sin embargo, todos los ciudadanos, siguen sintiendo el miedo y el pánico causados por los ataques por sorpresa, no pueden evitar permanecer vigilantes ante cualquier ataque futuro. El gobierno ha decidido adoptar medidas de seguridad reforzadas en todos los lugares de culto, escuelas, hoteles turísticos, hospitales y embajadas, y garantizar la seguridad de todas las autoridades religiosas católicas y de las principales oficinas gubernamentales.
Muchos países, entre ellos los Estados Unidos, el Reino Unido, el Canadá y Australia, han impuesto la prohibición de viajar a Sri Lanka, salvo en el caso de los viajes esenciales, ya que los servicios de inteligencia indican que existe el riesgo de que se produzca una nueva ola de ataques. (...) El Arzobispo de Colombo ha cancelado todos los servicios religiosos hasta nuevo aviso, debido a la amenaza de nuevos ataques.
Todos esperamos que la situación vuelva pronto a la normalidad y que el pueblo de Sri Lanka pueda recuperarse después de los atentados terroristas. ¡Por favor oren por nosotros!
Les agradezco y le deseo la bendición de Dios.
Sinceramente
P. Joseph Almeida, SDB,
Superior de la Visitaduría de Sri Lanka