El día de ayer el Santo Padre inició recordando la importancia de Mamá Margarita, una mujer humilde, "que no había estudiado en la facultad de teología", pero supo pronunciar “una profecía de madre” cuando le dijo a Don Bosco, el día de su Ordenación Sacerdotal: “Hoy comenzarás a sufrir”, un sufrimiento entendido como un signo de compromiso por el bien.
Inmediatamente, examinando la acción apostólica de Don Bosco, el Papa Francisco indicó. Don Bosco, tuvo el valor de mirar la realidad con los ojos de un hombre y con los ojos de Dios. “Él -dice el Papa Francisco- vio en esa época masónica, anticlerical, un tiempo donde los pobres eran realmente pobres, eran el desecho, vio a esos jóvenes en las calles y se dijo: ‘No puede seguir de esta manera’. Estos jóvenes posiblemente acaben en la patíbulo... no, no puede ser así", y se conmovió y empezó a pensar en nuevos caminos para hacer crecer a los jóvenes, para hacerlos madurar.
El Santo Padre presentó el día de ayer a Don Bosco como ejemplo para todos los sacerdotes, como emblema del sacerdote que pasa "mucho tiempo delante del sagrario" y mucho tiempo en medio de su pueblo.
No iba en busca de los jóvenes solo con el Catecismo y el Crucifijo, diciendo: ¡hagan esto! Don Bosco se acercó a los muchachos con el modo de ser de los jóvenes. Los hacía jugar, los reunía en grupos, caminaba con ellos, los escuchaba.
El Papa agradeció a Dios por Don Bosco y recordó su rasgo distintivo, que también representa el signo de que un sacerdote va en la dirección correcta: “La alegría. La alegría de Don Bosco es conocida: él es el maestro de la alegría. Porque hizo que otros se alegraran y él mismo se alegraba y sufría con ellos. Pidamos hoy al Señor, por intercesión de Don Bosco, la gracia para que nuestros sacerdotes vivan alegres”.
Una breve síntesis de la homilía del Santo Padre la hizo en su tweet de ayer: “Don Bosco tuvo la valentía de mirar la realidad con los ojos de hombre y con los ojos de Dios. Que cada sacerdote lo imite: mirando la realidad con ojos de hombre y con ojos de Dios”.