Rein, ¿cómo podemos evaluar el trabajo realizado?
Puedo decir que ayudé a desarrollar el DBYN como una organización madura e independiente. (...) La cantidad de voluntarios, organizaciones asociadas y los formadores que se han dedicado a ella siempre permanecerán en mi corazón. También me gustaría agradecer a los jóvenes salesianos. Siempre fue agradable recibir a los jóvenes (...) Además, le debo mucho a Fonny, el actual Presidente de la Don Bosco Juvenil-Net, así como a todos mis predecesores, con los que he trabajado de cerca y que he tenido muchas experiencias maravillosas.
¿Cómo fue trabajar dentro del gran movimiento salesiano internacional?
No era algo nuevo para mí, soy un antiguo alumno de Don Bosco, del instituto de Hechtel (Bélgica) y luego fui profesor en esa escuela. Así que pronto aprendí pedagogía salesiana. Pero en el DBYN tuve que aprender a lidiar con la diversidad de la comunidad salesiana a nivel internacional. El modelo salesiano sigue siendo interesante para la formación y la educación de los jóvenes. Es algo único desde hace 200 años.
No solo debemos mirar hoy, sino también en el pasado. ¿Cómo podemos inspirarnos? Podemos tomar un ejemplo de cómo trabajó Don Bosco en su época. Pienso en cómo formamos a los jóvenes hoy, cómo intentamos hacer de Europa una comunidad más consciente, cómo enseñamos a los jóvenes a ser emprendedores sociales. Hoy Don Bosco sigue siendo un modelo de cambio social y siempre alentamos a los jóvenes a ser parte activa en todo esto.
¿Cuáles son sus planes a partir de ahora?
Estoy comenzando un nuevo trabajo en el gobierno flamenco en el sector del turismo. En Flandes, tenemos una tradición de turismo social que ofrece a las personas que viven en la pobreza la oportunidad de ir de vacaciones. Es un tema que toca los Derechos Humanos, al igual que el DBYN en el campo de la educación.
¿Cuál son los augurios para DBYN?
Espero que el DBYN pueda leer los desafíos actuales y pueda ofrecer el apoyo adecuado a los jóvenes y a las organizaciones asociadas a la red.