Durante el seminario, el P. Ivo Coelho, Consejero General para la Formación, el equipo del Dicasterio y otros cinco expertos salesianos en el campo, se reunieron por primera vez para tratar el tema de la meditación diaria individual y examinarlo a la luz de la experiencia de la tradición salesiana.
Al final del seminario el P. Coelho delineó los elementos más destacados de esta reflexión.
Entre los puntos propuestos se pueden señalar:
- Fue sorprendente constatar cómo Don Bosco y la primera generación de salesianos insistieron en la meditación. Basta ver los elementos que el mismo Don Bosco había insistido que se pusieran en la edición italiana de las Constituciones, la atención prestada por el P. Barberis en la enseñanza a los novicios de “el por qué” y “el modo” de la meditación, y la insistencia sobre este punto fundamental por parte del Don Filippo Rinaldi, sucesor de Don Bosco.
- Existe un convencimiento del valor que tiene la meditación en la vida. Se está más inclinado a ser fieles a la meditación en sí misma que a aprender cómo crecer más y cómo vivir mejor este momento de la jornada. La perseverancia es de suma importancia y es una palabra que a menudo se encuentra en las palabras de Jesús y en el Nuevo Testamento. Debemos aprender a orar mediante la oración, y es importante “estar allí”, día a día, para la meditación.
- Una buena meditación resuena todo el día, superando gradualmente el “proceder en paralelo” a las actividades diarias y unificando las prácticas de piedad, la vida sacramental, el trabajo... Los frutos de la meditación se ven en la transformación de la vida.
- Actualmente muchos tienen poca o ninguna iniciación a la meditación. Esto requiere un fortalecimiento de la dimensión pedagógica de la formación.
- Se está preparando un E-book con el material del seminario y se lanzarán otras iniciativas durante los encuentros de las Comisiones Regionales de formación.
Cuando el P. Coelho envió la carta a los responsables, fue sorprendente la respuesta de muchos salesianos de todas las regiones del mundo, quienes alentaron a continuar el camino de profundización sobre la temática.
Hay un interés por la vida de oración, especialmente por esta forma salesiana de orar juntos, unidos por el silencio de escuchar, probablemente mucho más intensa y extendida de lo que uno pueda imaginar.