“Misho Samaan nació el 7 de septiembre de 1998. Había comenzado a asistir al oratorio desde muy niño. Era sereno y amigable, apasionado por la danza y es por eso que cada vez podía participar en fiestas, especialmente las de Don Bosco. Cuando se convirtió en animador, comenzó a compartir sus regalos con los niños más pequeños y les enseñaba a bailar.
Misho creció en el oratorio y participó en eventos deportivos, especialmente en los torneos de básquetbol, ayudado por su alta estatura. Su presencia en el equipo del oratorio siempre fue efectiva.
Era un joven cristiano, como tantos jóvenes que buscan al Señor en eventos cotidianos. Tenía muchas preguntas en espera de respuestas. Participó en el catecismo y en los grupos del Movimiento Juvenil Salesiano.
Su hermano mayor, Anwar, nació el 20 de julio de 1993. También era un “hijo del oratorio salesiano” de Alepo. Todos los viernes participaba en el catecismo y era miembro de la asociación “Domingo Savio”. Se había convertido en un animador y con su sencillez y disponibilidad, con su presencia amigable y espontánea, había logrado ganar muchos amigos y jóvenes, y por eso todos lo amaban.
Todos los domingos junto con su hermano asistían a la misa del oratorio. Anwar ponía en práctica el consejo de Don Bosco con el tema de la Confesión, un aspecto que se notó en las celebraciones penitenciales se organizaban en preparación para la Navidad y la Pascua.
Estos dos hermanos no pudieron cumplir sus muchos sueños, que estaban cultivando, debido a la guerra. Unos proyectiles cayeron en su casa, causando la muerte de estos jóvenes y la de la mamá Minerva; era el 11 de abril de 2015, Octava de Pascua. Participaron de la Cruz del Señor, y posteriormente de la muerte y de la Resurrección del Señor.
Estos dos hermanos amaban a Don Bosco y a los Salesianos. Los pudimos comprobar porque en sus billeteras tenían las imágenes del Santo de los jóvenes y tenían colgados un cuadro de la imagen en la casa.
Estamos seguros de que ahora disfrutan de la compañía de Don Bosco y la de todos los santos en presencia del Señor”.