Al momento del siniestro, se encontraban algunos menores con los educadores. Aunque no se sabe cuál fue la razón por el que se originó las llamas en el lugar, no se descarta que el fuego pudiese haber sido provocado por diversas causas.
Ante una realidad apremiante y difícil de miles de niños, adolescentes y jóvenes, que viven en las calles, la Fundación Don Bosco como un organismo de la Congregación Salesiana ofrece este albergue: “Los buscan en caletas, puentes, metros y ponen especial cuidado frente al peligro de la explotación sexual infantil, una de las mayores lacras de este tiempo”.
Muchos de los jóvenes que deambulan por las calles de Santiago, proviene de familias vulnerables, viven cerca del río Mapocho, en casas abandonadas, en malls y poblaciones marcadas por la droga.
A la raíz de esta situación existen muchos fenómenos del porqué viven en las calles y “uno de ellos es que la familia completa vive en la calle, por lo tanto, el niño está en esa situación; otro tiene que ver con niños que definitivamente se van a vivir a la calle principalmente por violencia intrafamiliar, abusos sexuales o negligencia. También se asocia a grupos que son excluidos socialmente; por ejemplo, niños que tienen alguna dificultad académica (…). Y están los niños que viven en un entorno de delincuencia y de consumo de drogas”.
Lo más triste de esta situación es que muchos creen que ya no existen los niños y jóvenes, porque no se les ven, pero la realidad es más difícil que nuestros olvidos.
“Hemos sufrido el incendió del Albergue Miguel Magone, de la Fundación Don Bosco – refería el P. Víctor Mora, SDB - Los niños y el personal no han sufrido daños ni problemas graves, pero hemos perdido absolutamente todo. Agradecemos sus oraciones y su compromiso constante para con nuestros niños y jóvenes”.